La aparición del líder del grupo musical Sopa de Cabra en un programa de TV3, en el que se le ve hablar en castellano con su esposa y sus hijos, desata una tormenta de críticas en internet.

La Voz de Barcelona

Gerard Quintana, líder del grupo musical Sopa de Cabra, ha sido el protagonista involuntario de una significativa situación que se ha iniciado este lunes por la noche, a raíz de su aparición en el programa de TV3 El Convidat, en el que el presentador, Albert Om, relata su experiencia como invitado durante un fin de semana en casa de un personaje famoso.

Sopa de Cabra -que aunque se separó en el año 2001, de vez en cuando continúan realizando algún concierto que otro- es uno de los grupos más importantes y representativos del fenómeno conocido como rock catalán, que tuvo su auge en la segunda mitad de la década de los 80 y la primera de los 90 del siglo pasado. Su característica principal fue que todos las bandas musicales de este movimiento utilizaban el catalán como lengua para sus canciones, lo que fue utilizado políticamente como referente por los partidos nacionalistas de la época.

Quintana, natural de Gerona e hijo de un policía nacional navarro, durante su etapa de apogeo musical no había sido especialmente reivindicativo en cuestiones políticas, a diferencia de otros músicos, si bien, en los últimos tiempos, se había aproximado abiertamente a las doctrinas nacionalistas, promocionando la manifestación independentista de Òmnium Cultural de julio de 2010 o, más recientemente, declarándose a favor de la secesión de Cataluña.

La sorpresa ha sido mayúscula cuando, este lunes, en el programa de TV3 se ha podido comprobar cómo la lengua que utiliza en la intimidad con su pareja y con sus dos hijos es el castellano. A partir de ese momento, algunos foros de internet y redes sociales como Twitter (con los hashtags #elconvidat o #GERARD QUINTANA) se han inundado con cientos de mensajes que mostraban su asombro y que le criticaban duramente -muchos de ellos también mostraban su apoyo al músico-, llegando en ocasiones al insulto, por no utilizar el catalán con su familia.