
Artur Mas, durante su discurso como candidato a presidir la Generalidad de Cataluña (Foto: LVdB).
Redacción
Lunes, 20 de diciembre de 2010 | El próximo presidente de la Generalidad de Cataluña ha vuelto a apelar al “sentido de responsabilidad” de las fuerzas políticas que forman el Parlamento autonómico y a la suya propia para gobernar con un objetivo principal: reducir el alto porcentaje de paro en la comunidad.
Mas ha centrado su discurso en ocho grandes ejes. Entre estos, los más importantes: superar la “crisis económica”, superar la “crisis de confianza” entre gobernantes y ciudadanos, resolver la crisis entre Cataluña y el resto de España y, finalmente, solucionar la “crisis de actitudes y valores que afectan a la sociedad”.
Cambio de “actitudes”
El candiato nacionalista ha valorado, en un discurso una hora y cuarto, como un apoyo a CiU no solo político, el pasado 28N, sino también para llevar a cabo “un cambio de actitudes y valores”, pero sin olvidar que llevará a cabo políticas “para todos” presidiendo un gobierno “transparente y claro”.
Una de las primeras medidas que adoptará, si es escogido presidente autonómico, será la creación de consejos asesores, no remunerados, encargados a Salvador Alemany y Miquel Vilardell para la mejora de la sanidad y el correcto uso de los recursos económicos públicos.
Sin embargo, en el discurso del líder nacionalista no han faltado referencias a los mitos de 1714, la mancomunidad de 1914, la Guerra Civil, la dictadura de Franco y una referencia expresa a todos los presidentes de la Generalidad de Cataluña:
“Me siento heredero de Enric Prat de la Riba (forjador de la primera administración catalana, por débil que fuera, desde el 1714), de Francesc Macià (el presidente estimado, idealista, que supo captar la realidad sin renunciar a los ideales), de Lluís Companys (el presidente fusilado por el hecho de ser presidente de Cataluña), de Josep Irla (el presidente de la resistencia), de Josep Tarradellas (el presidente de la continuidad, del retorno y de la recuperación de la Generalidad), de Jordi Pujol (el presidente constructor de la Cataluña moderna, promotor del respeto y del buen nombre de Cataluña), de Pasqual Maragall (el presidente del nuevo Estatuto) y de José Montilla (el presidente que ejemplifica el éxito del modelo catalán de integración). De todos ellos cojo lo mejor, de todos ellos quiero preservar el legado más valuoso. A todos ellos les hemos de dar las gracias por haber dirigido el país y servir la gente normal. Yo, humildemente, quiero continuar haciendo camino”.
Economía
En materia económica, Mas ha propuesto no incrementar más los impuestos y reducirlos, en la medida de lo posible, comprometiéndose a subirlos, solo y únicamente, cuando la crisis económica se haya superado. En este sentido, el nacionalista ha señalado que equiparará el impuesto de sucesiones y donaciones a otras CCAA.
Una parte de las decisiones en materia de incentivo económico irán destinadas a las pymes, autónomos y microempresas para mejorar la productividad. Además, Mas ha apuntado que quiere poner en marcha un gobierno autonómico business friendly o amigo de la actidad económica, y que los emprendedores y empresarios no vean a la Generalidad como enemigo de la actividad económica.
Educación
Para el candidato nacionalista, el sector educativo es fundamental y para que la educación sea uno de los referentes de Cataluña espera que “todos los agentes educativos” se impliquen en la tarea de cohesionar la sociedad. Así, entre los objetivos en esta materia, Mas apuesta por reducir el fracaso escolar y dar autonomía real a los centros escolares.
Además, Mas en cuanto al tema lingüístico en las escuelas ha apostado por mantener la inmersión obligatoria en catalán y que los alumnos salgan del sistema educativo en Cataluña dominando, además del catalán, el español y el inglés: “La apuesta del Gobierno [autonómico] que aspiro a presidir será para una escuela catalana y unos alumnos trilingües”.
Sanidad, políticas sociales, seguridad
En estos puntos o ejes en los que ha estructurado su discurso, el candidato a presidir la Generalidad ha propuesto que los centros de salud sean más autónomos y que los profesionales se hagan responsables de la gestión de los servicios. Mas ha señalado que “no es partidario del copago” en la sanidad.
Por otro lado, Mas ha apuntado que “cualquier mejora de nuestras finanzas ha de tener efecto inmediato y directo para aumentar el peso de las políticas sociales hasta llegar a un 55% sobre el presupuesto de la Generalidad”. Además, el próximo Gobierno autonómico presidido por Mas, si finalmente se concreta, aprobará un nuevo “marco legal propio de autonomía personal” o, lo que es lo mismo, una ley de dependencia catalana al margen de la nacional.
En referencia a la inmigración, el líder nacionalista considera Cataluña un lugar de “acogida e integración” y, en este sentido, “el sueño catalán [según Mas] se conforma a partir de la voluntad de crear una comunidad de destino y no de origen” por lo que su gobierno ratificará y reforzará la Ley de Acogida, recurrida ante el Tribunal Constitucional.
Todo esto sin un mensaje claro y contundente contra la “delincuencia” contra la que luchará, así como contra “el tráfico de drogas cerca de las escuelas” y el vandalismo “antisistema”. En paralelo, Mas pretende “recuperar el prestigio y la autoestima” de los Mossos d’Esquadra eliminando el código ético del cuerpo policial aprobado recientemente por el Ejecutivo tripartito saliente.
Reducir el peso administrativo de la Generalidad
Entre las medidas referidas a la Administración autonómica que adoptará el Gobierno autonómico de Mas destacan la reducción del 20% del número de consejerías, llegando a un máximo de 12 –actualmente hay 15–, y la reducción de los cargos de confianza a como mínimo un 25%, así como entre un 15 y un 25% en gastos en informes y estudios técnicos.
En la explicación del programa de CiU, Mas ha defendido las veguerías para dejar atrás “la actual división provincial del siglo XIX” aunque ha apuntado que esto no puede ser que Cataluña tenga un nuevo nivel de administración por lo que o desaparecen las cuatro provincias o las siete veguerías.
Nación, autogobierno, más lengua y “derecho a decidir”
La parte del discurso de Mas que más han criticado PP y Ciudadanos ha sido la final en la que el candidato de CiU se ha mantenido firme en la defensa del derecho a decidir de Cataluña y la firma de un pacto fiscal con el Estado. Así, para Mas será necesario reformar la Ley de Consultas, mediante referendo, para que el Estado no tenga la última palabra.
Mas ha señalado que quiere conseguir “nuevas cotas de soberanía” mediante todos los mecanismos que “tenga a su abasto” como, por ejemplo, exprimir al máximo el Estatuto de Autonomía de Cataluña y “renegociando con el Gobierno del Estado todos los traspasos que no se han cerrado correctamente”.
El líder de CiU ha defendido la Ley del Cine y ha adelantado que su “principal objetivo” en política lingüística será “avanzar hacia la plena normalización del catalán”. En este sentido, Mas ha apuntado que considera que “la cultura es el nervio de la nación” y, por lo tanto, “desde el punto de vista cultural, podemos y hemos de actuar como un país independiente”.
Y como tal espera poder ejercer también en materia exterior: “Desarrollar una política de relaciones exteriores que promueva la máxima integración posible de Cataluña en el mundo, la presencia en los foros económicos, en los diferentes organismos y comités de trabajo de la Unión Europea y en otros organismos internacionales, como la UNESCO”.

Artur Mas, durante su discurso como candidato a presidir la Generalidad de Cataluña (Foto: LVdB).
“El gran reto de país”
Finalmente, el líder nacionalista ha dejado para el final de su discurso el peso de la relación entre Cataluña y el resto de España. Para Mas, la Constitución “no da más de sí”, y la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía “ha cortado de raíz cualquier posibilidad de hacer evolucionar España hacia un estado plurinacional”. Y ha apuntado que:
“Cataluña ha de entender que España quiere seguir siendo una sola nación con un solo Estado. Y no parece que nada la haga cambiar de este propósito. Tiene su derecho y se ha de asumir. De la misma manera España también ha de entender que Cataluña y el pueblo catalán no desfallecerán, como no lo han hecho a lo largo de la historia, en la defensa de su autogobierno y sus libertades. Nos hace falta, por tanto, fojar nuestro propio camino de futuro, nos hace falta cambiar y empezar un nuevo camino”.
Mas ha defendido, además, el propósito y el fundamento de la manifestación independentista del pasado 10 de julio y, en este contexto, ha apuntado que Cataluña necesita hacer “su transición nacional” como “España hizo su transición democrática una vez finalizada la dictadura franquista”.
Así, el líder nacionalista señala como base de su proyecto “el derecho a decidir de los catalanes”. Mas: “Si Cataluña es una nación, y lo será mientras los catalanes quieran, y no es simplemente una derivada o un subproducto constitucional, los catalanes tienen, tenemos, el derecho democrático a decidir lo que más nos conviene como pueblo”.
Un supuesto derecho que servirá, en primer lugar, para firmar un pacto fiscal con el Estado. “Propondremos como gran reto para los próximos años en el camino de la transición catalana que iniciamos, basada en el derecho a decidir, la definición de un modelo propio de financiación para Cataluña: el pacto fiscal“. Un “pacto fiscal” que será propuesto al “próximo Gobierno central”, tras las elecciones de 2012, y al que presionarán para “condicionar” la “estabilidad” y “gobernabilidad” del próximo Gobierno nacional.
Invitados
El único orden del punto del día, el inicio del debate de investidura de Artur Mas, candidato de CiU y propuesto por la presidenta del Parlamento autonómico, Núria de Gispert (CiU), ha empezado con el anuncio por parte de la mesa de la desestimación del recurso de Solidaritat Catalana.
En la tribuna de invitados, entre otros, los nacionalistas Jordi Pujol, ex presidente autonómico durante 23 años, Xavier Trias, candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona, Jordi Jané, congresista; y el delegado del Gobierno, Joan Rangel; y el ex presidente del Parlamento de Cataluña, el independentista Heribert Barrera.