El presidente de la Generalitat, José Montilla, se subió ayer a la tribuna del Senado para, en nombre del Parlamento catalán, advertir al Gobierno, a los representantes autonómicos y a todas las formaciones políticas que terminen los enredos partidistas con la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña que debe dictar el Tribunal Constitucional, porque «está en juego el pacto constitucional», el encaje de Cataluña en España.

A. Torices

Madrid, 25/5/2010

El presidente de la Generalitat, José Montilla, se subió ayer a la tribuna del Senado para, en nombre del Parlamento catalán, advertir al Gobierno, a los representantes autonómicos y a todas las formaciones políticas que terminen los enredos partidistas con la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña que debe dictar el Tribunal Constitucional, porque «está en juego el pacto constitucional», el encaje de Cataluña en España. Respaldado por sus socios de Gobierno, pidió respeto a la voluntad catalana y para reclamar la inmediata renovación del tribunal porque, dijo, «no podemos permitirnos que una institución debilitada y cuestionada provoque una crisis que no deseamos ni España ni Cataluña».

Montilla, ante unos escaños ocupados en su mayoría por diputados y senadores catalanistas, y en ausencia de todos los presidentes autonómicos del PP, aseguró que el tribunal está en una situación anómala, con cinco cargos pendientes de renovación, «incapaz» de dictar sentencia tras seis intentos, «con el espectáculo poco edificante» de la filtración de las deliberaciones, y partido en bloques «ideológicos» que le han hecho perder «la apariencia de independencia». El resultado, cree, es un tribunal que «ve erosionada su legitimidad moral hasta extremos poco aceptables», y que, fracaso tras fracaso, se encuentra «perdido en su laberinto», al que podría «lastrar al conjunto del país».

«Cataluña no pide que cambien las reglas del juego para que se produzca la renovación del tribunal, sino simplemente que se cumplan», afirmó.