Acogemos hoy con un suspiro de tranquilidad la noticia de que este delirante plan no ha prosperado finalmente; señalado también que no hay milagro en este cambio de criterio del PNV, sino la encomiable y heroica labor de la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística en el País Vasco


libertad-2.jpg

No todo han de ser malas noticias, acostumbrados como estamos la deriva fatal y a primera vista inevitable de un proceso —llamémosle inmersión lingüística o simplemente marginación del español y de los españoles a través de otras lenguas regionales utilizadas como herramienta de discriminación y secesión— pergeñado y fomentado por algunas comunidades autónomas y vergonzosamente amparado, cuando no justificado, por el silencio cómplice de Zapatero y multitud de instituciones dependientes del gobierno que preside.

Y es que acabamos de saber que en el País Vasco ha quedado milagrosamente paralizada, oh sorpresa, la inmersión en euskera impulsada por el Departamento de Educación del Gobierno autonómico —en manos de Eusko Alkartasuna (EA)— gracias a la falta de apoyo por parte del PNV —nueva sorpresa— al delirante plan de su consejero: ese talibán lingüístico llamado José Antonio Campos Granados, oriundo de la España invasora —más sorpresas— pero convertido a la fe separatista bajo el nuevo y eufónico nombre de Tontxu. Pues bien, de todos es conocido el radicalismo de los conversos; y Tontxu no ha defraudado proponiendo un plan que, de haberse aprobado ayer en el Parlamento Vasco, hubiera fijado a golpe de reglamento (sin votarlo siquiera) un mínimo del 60% de las asignaturas en euskera y un sistema estalinista de vigilancia (“evaluaciones”) sobre los centros que asegurase su estricto cumplimiento.

Algo así, no nos cansamos de repetir desde la Fundación DENAES, supondría la conculcación del derecho a escolarizar a los niños vascos en su propia lengua materna (para un 80% la española, que además es la lengua oficial del Estado) y por tanto un daño irreparable a varias generaciones de ciudadanos tan vascos como españoles, y viceversa, mal que les pese a los ayatolás de la ficción nacionalista.

Por eso acogemos hoy con un suspiro de tranquilidad la noticia de que este delirante plan no ha prosperado finalmente; señalado también que no hay milagro en este cambio de criterio del PNV, sino la encomiable y heroica labor de la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística en el País Vasco, formada por padres de familia que no se resignan a quedarse de brazos cruzados viendo cómo se les arrebata la patria potestad sobre sus hijos por parte de las instituciones públicas.

La Fundación DENAES felicita pues a la sociedad vasca y especialmente a la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística por este esperanzador avance, tomando a esta última como ejemplo para animar a toda la sociedad española a organizarse y participar en frentes civiles de la misma índole; sabedores de que, ciertamente, sólo así podremos plantar batalla a uno de los más enconados enemigos de España. Aunque, ojo: victoria sí, pero sólo de momento. Perseveremos por tanto.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA