En nombre del bilingüismo, que forma parte de la realidad cultural catalana, se está aplicando una política autoritaria de estricto monolingüismo contra el castellano.


La radiotelevisión autonómica catalana ha empezado a despedir a sus colaboradores que hablan en castellano. Lo ha denunciado la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, afectada por esa medida. Peri Rossi habla abiertamente de “persecución lingüística”.

Cristina Peri Rossi

Cristina Peri Rossi

Puede ser comprensible que un medio de comunicación público, en una comunidad autónoma con lengua propia, trate de usar esa lengua. Pero es completamente perverso que la defensa de la lengua propia se convierta en tijera de la lengua ajena. La Constitución reconoce el derecho de los ciudadanos a usar el castellano como lengua común de todos los españoles. La radiotelevisión catalana, que es un ente público, está especialmente obligada a atenerse a la ley. Lo que aquí encontramos es lo mismo que venimos viendo desde hace años: en nombre del bilingüismo, que forma parte de la realidad cultural catalana, se está aplicando una política autoritaria de estricto monolingüismo contra el castellano. Así una riqueza cultural se devalúa para convertirse en un instrumento de discriminación social. Las instituciones, mientras tanto, siguen pasivas.