Con el desafío catalán aún en marcha, los más importantes partidos de ámbito nacional se plantean la forma de sostener un compromiso por la indisoluble unidad de la Nación Española. Sin embargo, varios de sus posibles firmantes no generan toda la confianza necesaria para cumplir semejante objetivo
Por segunda vez en menos de un año, los separatistas catalanes han dado plantón a su cita con la Historia: si en los prolegómenos del referéndum separatista del 9 N el año pasado, se echaron atrás al manifestar el Tribunal Constitucional que quien osara convocar un referéndum de esas características estaría fuera de la ley, planteando una pseudoconsulta sin ningún tipo de mandato legal por escrito (seguramente pensando en que la ausencia de documentos legales imposibilitaría su imputación), tras la proclama este lunes del Golpe de Estado o «desconexión» de Cataluña respecto a la Nación Española, la Mesa del Parlamento Catalán, de mayoría separatista, ha congelado temporalmente la propuesta que proclamó su presidenta, Carmen Forcadell. Todo ello justo tras la alocución del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que manifestó que usará de todos los medios a su alcance para frenar a los separatistas.
Sin embargo, y pese a la proverbial cobardía de los separatistas catalanes, la amenaza formal contra la Nación Española se sostiene, y si tampoco logran su objetivo ahora, lo seguirán intentando por los más diversos medios, hasta provocar un conflicto del que puedan salir ventajosos o encontrarse ante otro gobierno que ceda sin remilgos a sus chantajes. Por todo ello, Mariano Rajoy ha decidido buscar apoyos en el resto de partidos nacionales con aspiraciones de gobierno, tales como PSOE y Ciudadanos, para conseguir aunar fuerzas y que la amenaza separatista no pueda perdurar en el tiempo si se produce un cambio de gobierno. De ahí la reunión este miércoles con Pedro Sánchez en La Moncloa, y la que tendrá con el líder de Ciudadanos, Alberto Rivera, hoy viernes. Pablo Iglesias, líder de Podemos, quedó en principio fuera de semejante agenda por sus manifestaciones favorables a convocar un referéndum de autodeterminación, pero después de su apelación al diálogo para defender su presencia (apelación ridícula, puesto que es imposible que dos personas cuyas ideas son opuestas lleguen a dialogar si no se han entendido previamente en algún punto común), finalmente tendrá también su espacio hoy en la sede presidencial para entrevistarse con Rajoy.
Pablo Iglesias, en el colmo de la indigencia intelectual, ha llegado a decir justo cuando supo que Rajoy le invitaba a dicha reunión personal en La Moncloa, que Cataluña es una nación ya de hecho y lo que es necesario es discutir su encaje; remató sus declaraciones afirmando que el Presidente del Gobierno no sabe de Ciencia Política. Valiente ignorancia la de este «profesor de Ciencia Política», que ignora lo que es una nación canónica europea cuya existencia se remonta (no como la fabulosa e inexistente «nación catalana») a muchos siglos de convivencia histórica común de diversos estados y que tomó forma de Estado centralizado con los Reyes Católicos, para convertirse en Nación política de ciudadanos en 1812. Vergüenza debería tener cualquier miembro de la comunidad universitaria española de que le identifiquen con semejante ignorante…
Alberto Rivera, cuya trayectoria e imagen pública parecen indicar que nos encontramos ante una copia de lo que en su día, pero en otro contexto diferente, fue Adolfo Suárez, envuelto él y su partido en el manto ideológico de lo que muchos periodistas y políticos llevan invocando desde hace más de dos décadas, una «Segunda Transición», propone ahora «un pacto por España» de Ciudadanos con PSOE y PP, dejando fuera a Podemos con muy buen criterio, pues como dice Rivera no puede firmar semejante pacto un partido que ha propuesto lo mismo que quieren en el fondo los separatistas catalanes, esto es: convocar un referéndum de autodeterminación en Cataluña, pero votar Sí a su permanencia en España; que es por cierto lo mismo que defiende el dueño de la cadena televisiva de La Sexta que ha lanzado a Iglesias al estrellato, Jaime Roures: que debe convocarse semejante referéndum, pero votar Sí a seguir siendo parte de España, porque en ella se cierran muy ventajosos negocios que jamás podrían cerrarse en una Cataluña independiente…
Sin embargo, semejantes pactos no tendrían dudas sobre su efectividad si los diversos partidos que presumiblemente los compondrán hubieran dejado tras de sí una trayectoria impoluta en lo que a la defensa de la Nación Española se refiere. Así, muchos han sido los que han calificado a la instantánea de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en La Moncloa como de «foto inútil», recordando la querencia de este último y la de su partido socialista por un modelo federal que «encaje a Cataluña en España» (propuesta de la que no ha abjurado). Asimismo, en la actualidad, no sólo la posición de Sánchez en el PSOE se encuentra seriamente comprometida (todos dan por hecho que si los resultados electorales cosechados por el actual candidato socialista son los que vaticinan las encuestas, rondando una cifra histórica por su pequeñez de una centena o menos de diputados, el grupo afín a la presidenta andaluza, Susana Díaz, le descabalgará de la secretaría general de los socialistas), sino que además no tiene poder alguno sobre el PSC, que se ha negado a pactar con Ciudadanos cualquier iniciativa para frenar la moción que los separatistas presentaron este 26 de Octubre. Literalmente, se han puesto de perfil ante la amenaza separatista.
Y no sólo eso, es que aun en la situación más optimista que supusiera que Pablo Iglesias se convierte en un hombre cuerdo y responsable, y reconoce que la unica Nación dentro de España es la Nación Española, negándole cualquier tipo de valor en este sentido a Cataluña, de nada valdría su firma en semejante documento de adhesión a la causa de la unidad de España: es bien sabido que Podemos es un partido de estructura muy débil, y las distintas plataformas que lo integran van, literalmente, por libre. Así, en Cataluña, no sólo la marca de Podemos ha apoyado mediante varios de sus diputados a los separatistas esta semana, sino que facciones como Ahora en Común, con la alcaldesa de Barcelona Ada Colau al frente, han manifestado claramente ser partidarios de la independencia de Cataluña. Tan sólo el propio PP y Ciudadanos podrían ofrecer una mínima confianza dentro de los posibles firmantes de semejante pacto…
Desde la Fundación Denaes aplaudimos cualquier iniciativa que implique la defensa de la Nación Española frente a sus más declarados enemigos, y consideramos más que necesarios los compromisos de los partidos nacionales para la viabilidad de esta causa. Sin embargo, dudamos que tales compromisos puedan salir adelante si algunos de estos partidos no rectifican su divagante trayectoria, además de que tales acuerdos sólo pueden tener auténtica validez mediante la única vía realmente práctica: la aplicación estricta y contundente de la legalidad que defienden nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad, para asegurar la indisoluble unidad de la Nación Española.
Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.