Muchos currantes, de esos que votan al PSOE porque presuponen que detrás de sus siglas se encuentra un partido que defiende los intereses de los obreros, se quedarían pasmados al comprobar la vida laboral de burguesitos provenientes de familias muy bien acomodadas.


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En un acto multitudinario celebrado en Logroño el pasado sábado 17 de febrero el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió el voto de los españoles que hace cuatro años “confiaron en el PSOE y no entienden nada de lo que ha pasado” desde entonces. Afirmó que no pretende ganarse el voto de los radicales, como ha hecho Zapatero, sino el de “la clase media, el trabajador, el asalariado y el currante”.

Por su parte el presidente del Gobierno aprovechó su intervención en un acto público celebrado en Fuenlabrada el día siguiente para comentar: «Ayer oí a Rajoy hablar de los currantes y decía que su programa era el de los currantes, y yo digo… sí hombre, los currantes como Pizarro, que tienen una indemnización de miles de millones de pesetas».

No pretendemos entrar en un análisis comparativo sobre la calidad y la cantidad de los currantes que votan al PSOE o al PP, ni en las peripecias políticas que rodearon el asalto a ENDESA, pero, dado que el presidente del Gobierno, con sus habituales artes sofísticas, aprovecha las palabras de Rajoy para atacar al reciente fichaje del PP, desviando la atención hacia la actividad profesional de ciertos miembros de la actual clase política, nos preguntamos qué resultados depararía un estudio pormenorizado sobre la vida laboral de dicha estirpe.

Muchos currantes, de esos que votan al PSOE porque presuponen que detrás de sus siglas se encuentra un partido que defiende los intereses de los obreros, se quedarían pasmados al comprobar la vida laboral de burguesitos provenientes de familias muy bien acomodadas, y en muchos casos gracias a las simpáticas relaciones con el, ahora, odiado régimen franquista. Pero para desengañarse bastaría con que, honestamente, atendieran a lo dicho por Joaquín Leguina, un socialista español de los que aún se atreven a hablar sin someterse miserablemente a los dictados del partido que administra prebendas y privilegios. El expresidente de la Comunidad de Madrid declaró el día 9 de enero, en el programa El círculo a primera hora de Telemadrid, que no le gusta la obscena exhibición de poder interno de la actual dirección del PSOE, aludiendo expresamente a Zapatero y a José Blanco. Pero, y esto es lo que queremos resaltar, añadió:

«La gente de mi generación que entró en política tenía, antes de entrar en política o a la vez de estar en política, resueltos sus problemas profesionales; ya fuera un albañil, ya fuera un electricista, como José Luís Corcuera… Cuando uno no tiene más oficio ni beneficio que la política, la primera pregunta que uno se hace es: ¿y a estos cuando les echemos, porque algún día les echaremos, dónde irán, les vamos a dejar en medio de la calle?»

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA