El Rey no puede estar tan por encima de los problemas o ajeno a ellos.


El general Sabino Fernández Campo, que nos honra –y nunca mejor traída la redundancia- al formar parte del Patronato de Honor de esta Fundación, ha pronunciado en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas una conferencia decisiva. Reproducimos algunos párrafos:

“Es muy conveniente que se conozca la actuación del Rey (…) Un poder neutro no puede ser tan neutro que no se pronuncie nunca o que nunca se sepa que se pronuncia para moderar lo que necesita ser moderado”.

Cuando “enfrentamientos políticos se alejan de un fin conveniente para la Nación, alguien puede preguntar, y de hecho tal vez se pregunta: ¿Qué hace el Rey?”.

“En momentos en que las aspiraciones de algunas autonomías se desbordan y presentan deseos separatistas o independentistas, es muy aconsejable que el Rey intervenga de algún modo y deje constancia de la necesidad de mantener la unidad y la integridad de la Patria”.

“La aprobación de determinados estatutos de autonomía y los propósitos de reforma constitucional para aumentar las facultades atribuidas a las Comunidades deben ser limitadas por la necesidad de mantener la unidad, y al Rey no puede dejar de corresponder realizar las gestiones que lleguen a conocimiento de los españoles en general”.

“La actuación del Rey no puede por menos de estar siempre influida por la preocupación de poner de manifiesto la actividad y el acierto con que la realiza. No puede limitarse a ser una figura simbólica, en la que no se descubran los efectos de la misión que desempeña. El Rey no puede estar tan por encima de los problemas o ajeno a ellos que se pierda en la altura de las nubes y no trascienda a los ciudadanos el papel que desempeña en el Estado del que ostenta la Jefatura”.

Don Sabino ha sabido expresar de manera insuperable lo que muchos millones de españoles estamos pensando. Gracias, maestro.