Pero si esto es así, entonces se seguirá también con idéntica claridad no sólo que el Presidente de Bolivia literamente no sabe lo que está diciendo, sino que sus declaraciones negro-legendarias, expresadas por cierto en español y no en lengua aymara y reproducidas a toda máquina por Internet, estarían movidas por una enemistad a la Nación Española verdaderamente lamentable.


EVO_MORAles--253x190.jpgEn su reciente visita oficial a nuestro país, y de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, ha tenido a bien declarar que nunca habría podido imaginarse «que cenaría en el Palacio Real de Madrid, antiguo centro de decisiones para la invasión de América».

Pues bien, ante semejantes declaraciones, y dando desde luego por descontado el respeto que sin duda se le debe al Sr. Morales en su condición de presidente de la república de Bolivia (es decir, no simplemente como cabeza visible de una jefatura étnica amayra o quechúa), desde DENAES nos vemos obligados a poner de manifiesto el grado en el que el mandatario boliviano permanecería atrampado, en su indigenismo antihispánico, por los lugares comunes de la confusa ideología que desde Julián Juderías y Loyot conocemos como «Leyenda negra»; una concepción maniquea y simplista del desenvolvimiento de la nación histórica española que, no obstante su extrema implausibilidad historiográfica, habría resultado a la postre muy exitosa entre tantos enemigos de la Nación.

Y es que, ciertamente, si ya resulta enteramente absurdo, por anacrónico, suponer que ni el Palacio Real ni ningún otro lugar de España pudieran haber ejercido las funciones de «centros de decisiones para la invasión de América» que don Evo les atribuye (puesto que «América» como tal no entraba ni podía entrar en los cálculos de los Reyes Católicos al patrocinar los programas viajeros de Colón a fin de sorprender a los turcos por la espalda), todavía peor –más confuso– es suponer, como lo hace Morales en su grosería conceptual, que «América» como tal continente pre-existía a su «invasión» por parte de los españoles. En efecto, una vez damos por supuesta la imposibilidad de adoptar el punto de vista de Dios o de la Pachamama a la hora de tratar estos problemas históricos, la cuestión reside en lo siguiente: ¿ desde qué perspectiva privilegiada puede hablarse de la existencia de América antes del «descubrimiento»? No sin duda desde la perspectiva «indígena» que don Evo Morales estaría pretendiendo impostar puesto que los aymara o los quechúa o los aztecas no pudieron en ningún caso totalizar dicho continente «desde Alaska hasta la Patagonia» en ausencia de una teoría de la esfericidad de la tierra, de donde se seguiría, que es sólo a través de la supuesta «invasión» , y definitivamente tras la circunavegación de la tierra por parte de Elcano, que América pudo comenzar a existir como tal concepto geográfico.

Pero si esto es así, entonces se seguirá también con idéntica claridad no sólo que el Presidente de Bolivia literamente no sabe lo que está diciendo, sino que sus declaraciones negro-legendarias, expresadas por cierto en español y no en lengua aymara y reproducidas a toda máquina por Internet, estarían movidas por una enemistad a la Nación Española verdaderamente lamentable.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA