¿Qué sentido político tiene que una nación fomente y mantenga la existencia en su seno de un partido que no reconoce la soberanía de la misma?


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No habían pasado ni 24 horas del asesinato del comisario Eduardo Puelles a manos de la banda terrorista ETA, cuando algunos miembros del partido antiespañol PNV, desde la cobarde comodidad del anonimato, utilizaban las páginas del diario progubernamental El País, para manifestar lo que sigue:

«En esas circunstancias no se puede dejar el discurso a la viuda. Fue una situación durísima. La mujer lo mezcló todo. Hizo referencias muy duras a las familias de los presos. Supongo que estaría sedada a tope. Eso lo tienen que cuidar. Es mejor que las viudas no hablen».

Estas intolerables palabras, iban dirigidas a la viuda del asesinado, quien, en un gesto de enorme entereza, cerró la manifestación de repulsa celebrada para honrar la memoria de este policía español.

Al parecer, a este tradicional grupo de acomodados facciosos reunidos bajo unas siglas y unos objetivos que ninguna nación política que se precie de serlo, permitiría defender desde el estatus de partido político legal, le molestó mucho las verdades que circulaban bajo el doloroso discurso de la viuda, doña Francisca Hernández. Sin duda, los hispanófobos nacionalistas del PNV, se dieron por aludidos en las siguientes palabras:

«Son asesinos, no son políticos, no son presos políticos, eso es mentira. Que no vengan sus familias pidiendo dinero para ir a verlos porque son presos políticos. No. Es mentira, son asesinos».

Y es que, como todo el mundo sabe, este partido de cuyo tronco brotaría ETA que ahora anda enrabietado por la pérdida de «su» Euskadi, ha financiado de forma continua los viajes de los familiares de etarras a las prisiones en las que cumplen condena por asesinatos como el de Puelles. Desleal y marrullero, el PNV se ha aprovechado del tacticismo de los llamados partidos nacionales para crear una red clientelar que perpetúe la tiranía nacionalista en forma, por ejemplo de inaceptables cupos económicos, ikastolas y todas las euskoocurrencias imaginables.

Hoy conocemos otro dato que habla a las claras de la colaboración del partido de Sabino Arana con sus «díscolos» cachorros: desde el año 2006 hasta la salida del gobierno vasco, la televisión fabricada y dirigida por el PNV, EiTB concedió, para regocijo de ETA, 45 entrevistas a dirigentes batasunos.

Desde DENAES celebramos el giro que ha dado esta misma televisión desde la salida de sus viejos dirigentes, si bien invitamos a nuestros lectores a una serena reflexión: a la vista de los datos expuestos y de otros muchos que se podrían traer nos preguntamos: ¿qué sentido político tiene que una nación fomente y mantenga la existencia en su seno de un partido que no reconoce la soberanía de la misma?

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA