Nos parece obvio que la circunstancia de que los expropiadores –los ladrones– puedan hacer uso de estrategias «pacíficas» o «armadas» para perpetrar sus felonías resultaría relativamente secundaria. Sencillamente sucederá que todos ellos, aun cuando puedan en efecto condenar el asesinato sistemático de ciudadanos de la Nación española, serán exactamente igual de «violentos» por sus objetivos, si es que el movimiento de corrupción de un cuerpo político soberano como lo es España es algo que involucra inextricable, esencialmente grandes dosis de «violencia» dirigida contra la propia nación que se pretende despiezar.


egibar-2007091820441501xm1.jpgEn su intervención durante el primer pleno del Parlamento Vasco, Joseba Egibar, portavoz del Partido Nacionalista Vasco en dicha cámara autonómica ha tenido ocasión de declarar que el PNV nunca «compartirá» la estrategia antiterrorista puesta en marcha por el gobierno socialista de Francisco Javier López con el apoyo del Partido Popular, sin perjuicio de que la formación secesionista pueda, eso sí, «compartir un listón ético» en base, suponemos, a su denuncia («condena» como suele decirse) de los asesinatos de la ETA, la estupefacción de los líderes del PNV ante el dolor de las víctimas de tales crímenes, etc. La razón que, al parecer, imposibilitaría al PNV adherirse a las estrategias antiterroristas del gobierno vasco no sería otra que el supuesto diagnóstico del PSOE y del PP según el cual «para derrotar a ETA hay que acabar con el origen de la enfermedad: el nacionalismo», algo que evidentemente, el PNV no podrá aceptar en modo alguno pues sencillamente sería tanto como «meter en el mismo saco» a los pistoleros de la ETA y a los nacionalistas democráticos, no violentos, del PNV, de EA, de Aralar.

Ahora bien, al margen de que las palabras de Egibar demuestren una vez más (y por si hiciera alguna falta a estas alturas de la película) los lazos de solidaridad frente a terceros, esto es, de complicidad objetiva que siguen vinculando al PNV con la banda terrorista anti-española ETA, sin que ello implique necesariamente que tengamos que hacer a los líderes de esa facción separatista responsables en el sentido penal de los crímenes etarras, desde la Fundación DENAES hemos de advertir que don Joseba Egibar tiene razón en algo muy preciso: y es que efectivamente, a nuestro juicio, desde un punto de vista formalmente político que tenga en cuenta la soberanía nacional española , la metodología «violenta» empleada por los secesionistas de la ETA no resultaría ni mucho menos tan peligrosa como las insidias «pacíficas» que el Partido Nacionalista Vasco y su comparsa (Aralar, EA, IU, etc.) vienen poniendo en marcha desde hace treinta años. De hecho si es que ciertamente la soberanía como tal concepto político guarda relaciones de analogía (no de identidad) con la noción de propiedad, entonces, se seguirá que las amenazas sediciosas a tal soberanía nacional resultarían equivalentes a la expropiación particular de algo (el País Vasco) que es necesariamente común a todos los españoles.

Y en estas condiciones, desde luego, nos parece obvio que la circunstancia de que los expropiadores –los ladrones– puedan hacer uso de estrategias «pacíficas» o «armadas» para perpetrar sus felonías resultaría relativamente secundaria. Sencillamente sucederá que todos ellos, aun cuando puedan en efecto condenar el asesinato sistemático de ciudadanos de la Nación española, serán exactamente igual de «violentos» por sus objetivos, si es que el movimiento de corrupción de un cuerpo político soberano como lo es España es algo que involucra inextricable, esencialmente grandes dosis de «violencia» dirigida contra la propia nación que se pretende despiezar.

Y ello ha sido percibido con extraordinaria claridad por don Joseba Egibar desde la perspectiva característica del portavoz de una banda «de cuarenta ladrones». Lo que desde la Fundación DENAES hemos de comenzar por preguntarnos es si los señores representantes de los partidos políticos nacionales no lo habrán advertido con idéntica lucidez, extrayendo las consecuencias correspondientes.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA