Desde la Fundación DENAES no podemos sino suscribir las patrióticas palabras de José Luis Corcuera
Sabido es que, en la actualidad, las principales tribunas desde las cuales los candidatos se dirigen a la grey votante son los medios audiovisuales. Nadie ignora que la emergencia y popularidad de algunos de los principales candidatos políticos del panorama hispano se ha forjado en las telepantallas, algunas de las cuales, al servicio de plataformas empresariales ávidas de beneficios o concesiones, han contribuido al encumbramiento de determinados personajes que todavía no han sufrido la mácula del contacto con la realidad política, aquella que exige de soluciones más que de soflamas. Las televisiones contribuyen también al mantenimiento de las clásicas tertulias, género que se cultiva a diario tras la caída de la noche.
Así las cosas, en este editorial queremos detenernos en lo acaecido en una de ellas, la que tuvo lugar el pasado fin de semana en la cadena eclesiástica 13TV. El programa, titulado La Marimorena y conducido por Carlos Cuesta, contó con la presencia del ex ministro del Interior de España entre 1988 y 1993, José Luis Corcuera, quien formó parte del gobierno presidido por Felipe González.
Con Corcuera como invitado más destacado, el socialista se convirtió en el protagonista del debate por varios motivos:
El primero de ellos tiene que ver con la profunda autocrítica que realizó ante el estupor de una compañera de partido. Sin complejo alguno, Corcuera desmontó con facilidad la última ocurrencia: la España federal, a la que se aferra su errático presidente de partido, Pedro Sánchez, quien fue entrevistado el pasado lunes dejando tras de sí un cúmulo de imprecisiones, algunos errores de bulto y ninguna autocrítica.
Tras preguntarse, de forma retórica, qué cosa será esa de la España federal que propugna el actual PSOE, Corcuera criticó otros mantras repetidos ad nauseam por sus compañeros de partido. Entre ellos destaca la llamada «solución política» que, como ignoto bálsamo de Fierabrás, obrará el milagro, tal es la falta de realismo de los socialdemócratas, de desmontar el proyecto de secesión que ha comenzado en Cataluña, proceso que el ex ministro no dudó en calificar como «golpe de estado» ante uno de sus impulsores, allí invitado por aquello del pluralismo…
Tampoco se mantuvo Corcuera al margen de una de las cuestiones más espinosas del actual panorama político en el que se mueven los partidos españoles: la política de pactos con las que suele desvirtuarse el fruto de las votaciones. Sin dudarlo, Corcuera apostó por cambiar la traza del famoso «cordón sanitario» -recuerde el lector el Pacto del Tinell- trocando al PP por los partidos secesionistas con los que su formación se ha coaligado. El histórico socialista no dudó en apostar por privilegiar los intereses de la nación por encima de los de partidos. La consecuencia de tan patriótica propuesta es evidente. De seguir sus consejos el PSOE se aliaría con partidos opuestos a la balcanización de España tales como PP, Ciudadanos o UPyD.
Desde la Fundación DENAES no podemos sino suscribir las patrióticas palabras de José Luis Corcuera. Sus manifestaciones, así lo entendemos desde nuestra organización, debieran mover a reflexión a los miembros y votantes de un PSOE al que las encuestas pintan un oscuro panorama. Tal circunstancia debiera impulsar un profundo proceso de autocrítica e incluso de regeneración cuyos efectos, más allá de los beneficios propios que pudieran derivarse para tan histórico partido, debieran redundar en el fortalecimiento de la Nación española, incompatible, como bien sabe Corcuera, con cualquier proyecto particularista.
Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española