El político vasco Santiago Abascal tacha de indignante que la Universitat permita a sus alumnos invitar a un ex terrorista


Santiago Abascal, durante su intervención. :: DAMIÁN TORRES

Santiago Abascal, durante su intervención. :: DAMIÁN TORRES

29.04.10 – E. BARDISA | VALENCIA.

«La indignación aún no se me ha quitado». El político vasco Santiago Abascal –actualmente presidente de la Fundación para la Defensa de la nación española– reconoció ayer que cuando leyó el miércoles en la prensa que la Universitat de València, «la misma en la que se me invitaba a dar esta conferencia, había permitido la presencia de un terrorista en sus aulas me planteé no asistir».

Invitado por la Asociación Valenciana de Estudiantes Universitarios (AVEU), Abascal, con un amplio historial político –diputado en el Parlamento vasco, concejal en Llodio y miembro de la Junta alavesa– y que vive bajo la amenaza de muerte de la banda terrorista ETA, finalmente sí se sentó ayer frente a los jóvenes en la biblioteca Gregori Maians del campus de Tarongers. Y habló alto y claro. «Es intolerable que en una universidad pública, donde debe brillar el debate de ideas en todo su esplendor, permita que una asociación de estudiantes traiga a un sujeto como el que ayer (por el martes) estuvo en esta Universitat», sostuvo en referencia a la presencia del ex terrorista de Terra Lliure Carlos Sastre.

Persona nociva

Pero además incidió en que no se trata de un hecho aislado. «No es sólo un problema de esta universidad, sino de toda la universidad española, que lleva a sus aulas a personas que no son ejemplo de nada». E incluso fue un paso más allá al afirmar que en ocasiones «no hace nada ante agresiones verdaderamente graves contra representantes de la soberanía nacional o de partidos políticos, como hemos visto tantas veces».

Abascal no ahorró en calificativos hacia el polémico invitado de la Universitat. «Creo sin ninguna duda que el terrorista-separatista Carlos Sastre no es ejemplo de nada, más bien todo lo contrario. Es una persona nociva para los estudiantes y para quien quiera apostar por la convivencia». También reprochó que defendiera el terrorismo con términos «lamentables» como lucha armada. «Merece un calificativo más allá de asesino. Lo podemos llamar psicópata porque asesinar a personas uniendo un explosivo a su cuerpo es un acto particularmente cruel».

El auditorio escuchó atentamente cada una de estas palabras y únicamente prorrumpió en aplausos cuando se le escuchó decir: «Pero yo venía aquí a hablar de España». Y a partir de ese momento desgranó «la crisis institucional que vive este país» y apostó por un cambio de registro «para hacer una España unida y mejor».