«Salimos más fuertes» es un eslogan propagandístico muy propio del «optimismo antropológico» del PSOE. Un lema que recuerda al de las elecciones de 1996, tras años de clamorosa corrupción y paro escandaloso, con aquello de «España en positivo» frente a la inquisitorial y franquista «España en negativo»; esto es, la España que saca el doberman para amedrentar, la España propia de aquellos que «miran hacia atrás y se oponen al progreso» (aunque al parecer el perro era un pitbull). Doberman, pitbull, lo importante es que cace progres.

Pero ¿quién es el sujeto de este fantasioso eslogan? ¿Quiénes son los que salen más fuertes? ¿A quién se está haciendo referencia? ¿Acaso es el gobierno sociatapodemita el que sale más fuerte? ¿Es la oposición? ¿Y si el sujeto de «Salimos más fuertes» son los partidos separatistas? ¿No serán los fondos de inversión tipo Blackrock, es decir, los que no suelen salir perjudicados y normalmente beneficiados en una gran crisis, los que salen más fuertes? ¿Acaso son el señor Soros y sus protegidos los que sacan músculo de esta situación? ¿O también ellos son boyas que van a la deriva y el barco se está hundiendo? ¿Tal vez el que sale más fuerte es el señor Bill Gates, carne de teoría de la conspiración sobre la génesis del virus y su correspondiente vacuna?  ¿O será que la que sale más fuerte es China?

En todo caso, se trata de salir menos débil, porque el virus ha perjudicado a todo el mundo. «No salimos tan débiles» hubiese sido un eslogan mucho más modesto, pero tampoco sería exacto.

Asimismo cabe hacerse las siguientes preguntas: salimos más fuertes en qué, salimos más fuertes para qué, salimos más fuertes contra quién, salimos más fuertes respecto a quién, y salimos más fuertes por qué. ¿Por la gestión del Gobierno? Si es así hay que advertirles a su señoría que tienen un pequeño problema matemático, porque si nos fijamos en la cifra de muertos por millón de habitantes sólo salimos más fuertes que Bélgica.

Lo cierto es que salimos con 27.000 o 43.000 españoles menos, con una situación política y social aún más polarizada, con una crisis económica que cada día se va notando más, con millones de parados y con una incertidumbre que jamás hemos tenido en nuestras vidas. Y da vértigo sólo pensar lo que se nos puede venir encima.

Y en lo que a política internacional o dialéctica de Estados se refiere sería de risa, si no estuviésemos ante algo tan trágico, apuntar que «salimos más fuertes». Salimos más endeudados, más sometidos, más limitados y desde luego, dada la gestión del Gobierno, más desprestigiados.

Salimos más débiles, esa es la cruda y maldita realidad. El eslogan exacto sería «Salimos mucho más débiles». Pero con «España en positivo» y en el país de la Alianza de las Civilizaciones salimos más fuertes: sólo es cuestión de pensar aliciescamente y todo lo demás se nos dará por añadidura. Sólo hay que creer que el fuego de la chimenea calienta pero no quema, que la sonrisa del gato existe sin el gato, y que hablando se entiende la gente; y que al final del cuento, gracias a las bondades del diálogo habermasiano, la abuelita tiene una charla con un lobo que ya no es tan feroz sino amigo de Caperucita y del gatito sonriente. Y por fin se funda la Alianza de las Civilizaciones animalista: la nueva subnormalidad. Y todos felices y a comer hamburguesas de perdices veganas. Así salimos más fuertes, aunque sea sin ingerir tejidos musculares ricos en proteínas, grasas y minerales.  

Porque la verdad es la mentira, la paz es la guerra y la libertad es la esclavitud en esta nueva paranormalidad, que parece que va a superar las cotas del cinismo o de la estupidez del pensamiento Alicia, por si lo que hemos ido probando al menos en estos tres últimos lustros no fuese ración de papilla ideológica suficiente para nutrir a los españoles de majaderías solemnes. ¿Acaso salimos más fuertes en estupidez? Porque el listón ya estaba bastante alto antes de todo esto de la pandemia. Era un nivel muy alto: el de la Champions League de la estulticia mundial.      

También llama la atención el mensaje que puede leerse debajo del eslogan, el cual reza: «Gracias a la responsabilidad y al esfuerzo de todos, hemos llegado hasta aquí. Esa es nuestra fuerza». ¿Están queriendo decir los ideólogos del gobierno sociatapodemita que nuestra fuerza consiste en ser el país con más fallecidos por COVID-19 por millón de habitantes, sólo superado por Bélgica? ¿Y a qué responsabilidad debemos agradecer que hayamos llegado hasta aquí? ¿A la del gobierno irresponsable que hizo oídos sordos a las advertencias de la Organización Mundial de la Salud y de la Unión Europea de proveerse de material sanitario para que los profesionales de los hospitales y centros de salud no se contagiasen? Porque en eso sí salimos más fuertes: en ser el país con mayor número de sanitarios contagiados. Será que lo que no te mata te hace más fuerte, como decía un mostachudo filósofo alemán.  

El 25 de mayo los ocho principales periódicos de tirada nacional (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, La Razón, El Periódico, El Correo y 20 Minutos) decidieron, para su vergüenza, publicar el eslogan en sus portadas. Al parecer el Ministerio de Sanidad despilfarró cinco millones de euros para que esto fuese posible. La broma no ha salido gratis sino que ha costado el dinero de los contribuyentes, como si éste sobrase y todavía viviésemos en una sociedad opulenta. Como si lo que tuviésemos por delante no fuese época de vacas flacas sino de vacas gordas y barra libre de café para todos porque el Gobierno dice que salimos más fuertes. Y si el Gobierno lo dice será verdad porque los españoles se merecen un gobierno que siempre les diga la «posverdad».

   Daniel López. Doctor en Filosofía