Por tanto, si la actual crisis económica supone una oportunidad para un pacto de coalición entre los dos partidos, éstos no pueden renunciar a debatir seriamente estrategias a medio y largo plazo para defender a la Nación Española en todos sus frentes, incluido el económico-político.


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La situación económica española lleva mucho tiempo manifestando síntomas de una grave enfermedad. Pero la semana pasada ha mostrado su verdadero estado de postración en aspectos ciertamente preocupantes: cuando el desempleo superaba los cuatro millones en cifras oficiales los mercados castigaban los vaivenes del ejecutivo retirando capital de las grandes empresas españolas representadas en la bolsa de Madrid, que caía un atrocísimo 2%.

Diversos organismos y expertos internacionales han prestado atención a esta situación que alcanza visos de tragedia y de urgencia, y aunque sus análisis han sido diversos, sus veredictos han coincidido en que el actual gobierno de España no está ayudando en absoluto a que mejore la situación.

Tal es el desprestigio que sufre el actual ejecutivo que, unos días atrás, una importante «familia socialista», la del guerrismo, se ha mostrado favorable a un gobierno de coalición entre los dos grandes partidos políticos españoles para trabajar conjuntamente frente a la crisis. Parece, pues, que la crisis económica representa una oportunidad política nueva para el proyecto que DENAES, y su presidente Santiago Abascal, han pedido en varios foros: un pacto cada vez más necesario entre el PSOE y el PP en defensa de España y sus intereses.

Para que un hipotético pacto de este calibre funcionase, el objetivo de la defensa de España frente a los peligros que sobre ella se ciernen debe estar siempre sobre el tapete. En el plano económico, que no es el único importante pero sí uno de los más acuciantes en estos momentos (y, además, intrínsicamente ligado a la falta de proyecto político nacional español), hay que estar dispuesto a abrir un debate que, lamentablemente, apenas se ha contemplado en la vida política española de los últimos años, que no es otro que el debate autonómico, pues el Estado de las Autonomías, con todo su entramado burocrático y el gasto que genera, aparte de las tensiones secesionistas que conlleva, ha agravado especialmente la crisis economica que sufre nuestra Nación.

Por tanto, si la actual crisis económica supone una oportunidad para un pacto de coalición entre los dos partidos, éstos no pueden renunciar a debatir seriamente estrategias a medio y largo plazo para defender a la Nación Española en todos sus frentes, incluido el económico-político.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA