Desde la Fundación para la Defensa de la Nación Española condenamos los actos de violencia asesina producidos, en apenas veinticuatro horas, por la banda secesionista ETA en Burgos y en Mallorca, actos que lamentablemente se han saldado con la muerte de dos guardias civiles y decenas de heridos.

Unos actos que se llevan repitiendo, bajo la firma etarra, desde hace ahora 50 años y que, lejos de estar inspirados por la locura (como se ha apresurado a afirmar el ministro del Interior), buscan aterrorizar a la población española para, con su complicidad, profundizar en ese programa secesionista que inspira, desde luego a la ETA pero también al nacionalismo vasco en general. Un programa, este es su objetivo, que pretende convertir, al margen de la voluntad de los españoles, un fragmento de España en una nación separada. Un programa, por lo demás, cuyo cumplimiento tiene un obstáculo evidente, único obstáculo que impide en efecto su realización: la Nación española.

Es España, el pueblo español como titular de la soberanía nacional –insistamos desde DENAES en ello una vez más pues hay interés en que esto se pierda de vista–, el que está siendo atacado en esta renovada ofensiva terrorista contra la Guardia Civil. Porque es el pueblo español, soberano y libre, el que en definitiva obstaculiza la realización de tal plan separatista siendo así que lo que busca ETA con sus actos de violencia asesina, es la servidumbre de un pueblo que, esclavo del terror, se pliegue a los intereses del secesionismo vasco.

No hay pues locura, sino la lógica de la secesión. Una lógica que pasa por la disolución de España y del pueblo español. Tan solo esperar que el gobierno de España no vuelva a cometer la insensatez de buscar una negociación que nos lleve, aceptando las condiciones de la extorsión, a la servidumbre que supone la rendición. Contra ETA no hay tregua posible.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA