Admitida a trámite la denuncia contra el actor Rubianes
El Juzgado de Instrucción de Sant Feliu de Llobregat ha admitido a trámite la querella presentada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española contra Pepe Rubianes y el presentador de TV3, Albert Om, a cuenta de las polémicas declaraciones que el actor gallego realizó en la televisión autonómica catalana el pasado 20 de enero, donde dijo cosas como: «Que se metan a España en el puto culo, a ver si les explotan los huevos».
La Fundación para la Defensa de la Nación Española, que preside el parlamentario del PP vasco Santiago Abascal, consideró necesario presentar una querella contra Rubianes y Om al entender que estas declaraciones podrían incurrir en dos delitos: uno contra el ejercicio de los derechos fundamentales, «por provocación al odio contra parte de la población por razón de su origen nacional», y otro de «ultraje a España».
Así lo ha entendido también el Juzgado de Instrucción de Sant Feliu de Llobregat, que ha decidido admitir a trámite la querella de esta fundación, en su día presentada por el magistrado en excedencia de la Audiencia Nacional y afamado penalista José Antonio Choclán Montalvo, y por el procurador de los tribunales de Barcelona Miguel Angel Montero Reiter.
«Sentimiento de odio»
Abascal, por su parte, expresó ayer a este periódico la «satisfacción» que la Fundación para la Defensa de la Nación Española ha sentido al conocer la decisión de este tribunal y expresó su deseo de que, cuando se produzca la sentencia final, «un hecho tan grave no pueda quedar impune».
Los querellantes consideran que Rubianes actuó «con indudable ánimo e intención de fomentar en los oyentes un sentimiento de odio hacia la nación española y su población» cuando, al ser preguntado por Om si veía en peligro la unidad de España, respondió con diversas frases malsonantes.
Los cargos contra Om -en calidad de colaborador necesario- fueron presentados al entender que éste rió las polémicas respuestas del actor y que fue él quien «dio pie al entrevistado para que profiriera tan reprochables palabras».
«Lejos de evitar, como debía, que el entrevistado continuase con su comportamiento, a nuestro juicio indudablemente delictivo, aplaudió la conducta, la favoreció, la impulsó y permitió que la entrevista tomara una deriva claramente ofensiva contra la nación española y sus instituciones», argumentó la fundación en su querella.