«Txeroki» ha replegado a Francia todos sus «comandos» operativos.
12-07-2006-ABC
J. PAGOLA. MADRID.
El «aparato militar» de ETA, que desde hace más de dos años controla Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», se ha «blindado» respecto al «aparato político» dirigido por José Antonio Urrutikoetxea, «Josu Ternera», con el objetivo de prevenir la respuesta policial y de lanzar una ofensiva terrorista en caso de que el proceso de negociación fracase.
Según fuentes antiterroristas, esta decisión de aislarse se debe a que «Txeroki» teme que los movimientos que se vean obligados a realizar durante el «proceso de paz» los «políticos» a las órdenes de «Josu Ternera» les convierte en vulnerables, al ser susceptibles de estar sujetos a vigilancia policial. El «aparato militar» no quiere «contaminarse» por ese margen de «mutua confianza» que en una negociación deben darse ambas partes. «Si el proceso salta por los aires, la represión va a descargar contra nosotros, mientras los «políticos» -en alusión a los hombres de «Ternera»- se van a ir de rositas». Este viene a ser el «análisis» de Aspiazu que, probablemente, ha tenido en cuenta lo que ETA cree que ocurrió durante la tregua de Estella. Así, el 1 de agosto de 1999 la Policía francesa detuvo en Tarbes al etarra Joaquín Etxeberria Lagisket, que hacía labores de «correo» entre el entonces jefe del «aparato político», Miguel Albizu Iriarte, «Mikel Antza», y los interlocutores del Gobierno de Aznar.
El precedente de «Carmen»
Menos de tres meses después, el 25 de octubre, los agentes galos arrestaban en Pau a Belén González Peñalba, «Carmen», que integró, junto al citado «Mikel Antza» y Vicente Barandiarán, «Willy», la delegación de ETA que se había entrevistado en mayo de aquel mismo año en Suiza con los representantes gubernamentales Ricardo Marí Fluxá, Javier Zarzalejos y Pedro Arriola. La banda atribuyó esas detenciones a los seguimientos a los que habían sido sometidos ambos etarras del «aparato político» durante el proceso.
El blindaje al que se ha sometido el «aparato militar» le ha forzado a una retirada táctica absoluta, a una auténtica «parada técnica». De hecho, «Txeroki» ha replegado a Francia todos sus «comandos» operativos.
Fuentes de la lucha antiterrorista insisten en que ETA en su conjunto acata la decisión de mantener el actual «alto el fuego permanente» defendido por «Ternera» en el debate abierto a finales del pasado año. Sin embargo, consideran que si a medio o largo plazo hubiera una escisión dentro de la banda, esta estaría liderada por «Txeroki», que ya en el citado debate mostró ciertas reticencias hacia la tregua. La preocupación de las Fuerzas de Seguridad se centra precisamente en el hecho de que, tras «blindarse», ahora se dispone de menos información en torno a los pistoleros, aunque, según aseguran los expertos, la Policía tiene abiertas distintas investigaciones.
Precisamente, algunos medios atribuían ayer al sector de «Txeroki» las filtraciones a «Gara» sobre los compromisos que el Gobierno de Zapatero habría adquirido con ETA antes del alto el fuego, con el objetivo de sabotear el proceso. Sin embargo, el rotativo abertzale daba a entender en su editorial de ayer que se había visto obligado a publicar esa información para forzar al Gobierno a aplicar lo supuestamente acordado con la banda ETA. «Un normal desarrollo de lo previsto en los encuentros entre ambas partes», aseguraba, «hubiera sido sin duda la mejor salvaguarda de que el nivel de discreción con el que se gestó todo se hubiese mantenido». «Consecuentes con nuestra trayectoria -concluía-, apelamos desde Gara a la verdadera responsabilidad, a que los agentes respeten la palabra dada».