El alcalde, en un acto junto a Mayor Oreja e Ignacio Diego, dice que una organizadora de eventos que opera allí ha contactado con él para trabajar en Santander


Mayor Oreja se fotografió con unos turistas en los accesos a La Magdalena. :: D. PEDRIZA

Mayor Oreja se fotografió con unos turistas en los accesos a La Magdalena. :: D. PEDRIZA

16.07.11

A. SAN MIGUEL | SANTANDER.

El presidente del grupo popular en el Parlamento europeo, Jaime Mayor-Oreja, el presidente del Gobierno de Cantabria, Ignacio Diego, y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, fueron los protagonistas de la apertura de la V Edición de la Escuela de Verano de la Fundación Denaes (Defensa de la Nación Española). Como no podía ser de otra forma, la entrada de Bildu en las instituciones vascas fue uno de los temas calientes y dio pie al alcalde de Santander para revelar dos ejemplos de las «consecuencias colaterales» que tendrá el citado movimiento político. «Mucho más importante que el de los ‘indignados’», apuntó.

De la Serna admitió que una empresa de relieve que patrocina eventos culturales tendrá un encuentro la próxima semana con el Ayuntamiento para estudiar la viabilidad de promover una serie de iniciativas en Santander. «Tradicionalmente ha trabajado en San Sebastián, pero no quiere que su marca, de carácter internacional, esté ligada a la marca de Bildu», reveló el alcalde sin ofrecer nombres. En cualquier caso, quiso ser prudente y dejó claro que «la ciudad de Santander no se quiere aprovechar de este tipo de coyunturas, que son dramas para los vecinos que viven en los territorios gobernados por Bildu».

El regidor santanderino habló también de otra empresa que se ha dirigido al Consistorio. Se trata de una organización que viene celebrando un congreso de cierta relevancia a nivel nacional en San Sebastián, «pero no han encontrado la acogida que esperaban en el órgano de representación municipal de esa ciudad y han decidido trasladar, si es posible, la celebración de esos actos a la nuestra», señaló.

De la Serna lamentó la situación política guipuzcoana, por más que pueda suponer algún beneficio económico para Santander. «Es evidente que esa situación traerá consecuencias y gestos que, a mi juicio, supondrán problemas o daños en la imagen de esas ciudades que son hermanas de Santander, prácticamente gemelas», dijo.
Ignacio Diego fue parco en palabras y más allá de los agradecimientos de rigor se limitó a destacar que «España no vive una crisis, sino tres: la económica, la política y la de valores, que está haciendo perder muchas expectativas a los españoles».

Más polémico se mostró el exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que ahondó en la teoría que ha predicado durante las últimas semanas en distintos foros nacionales y habló de «la gran amenaza que supone el regreso de ETA a las instituciones con la máscara de Bildu». Así, pronosticó la legalización de Sortu, «el brazo político de ETA», la candidatura de Arnaldo Otegi en las próximas elecciones autonómicas y una política penitenciaria que helará la sangre, «como demuestra la liberación del principal dirigente de ETA, Iñaki de Rentería», aseguró.