El buque deberá estar en la zona en julio, cuando comienza la temporada alta del atún

3-6-2008 – LA RAZÓN
Diego Mazón
madrid- Una fragata de la Armada, de la clase «Santa María», está preparada en la base naval de Rota para desplegarse antes de finales de mes en Somalia, con la misión de proteger a los pesqueros españoles que desde julio a octubre vivirán la temporada álgida de pesca en esas aguas. El buque, dotado con un helicóptero Sea Hawk, se integrará en la fuerza naval multinacional anunciada el pasado 22 de mayo por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que aseguró que el despliegue estaría compuesto por cinco buques (un buque de mando, posiblemente la propia fragata española, tres patrulleros y un buque de apoyo) y dos aviones de reconocimiento.
Ya en esa comparecencia en el Congreso, Moratinos aseguró que las negociaciones con países con intereses pesqueros en la zona estaban muy avanzadas, y sólo faltaba la resolución de la ONU que ayer se adoptó para dotar de un mecanismo legal que permita actuar contra los piratas en ese área. La misión de la fragata será la de disuadir y proteger a la flota de atuneros, y en caso necesario la de perseguir a los piratas.
El despliegue no será permanente y se centrará en los meses de temporada alta de pesca, aunque fuentes militares no descartaron la posibilidad de enviar también, más adelante, un buque de apoyo español a la zona para facilitar las tareas de vigilancia de la «miniflota» pese a que, subrayan, existe un importante apoyo marítimo en la zona por parte de Estados Unidos y Francia para los casos de mayor necesidad. El caso del «Playa de Bakio» hizo sonar todas las alarmas en el Gobierno, que si bien hace menos de un año se negaba al despliegue de una fragata por el elevado coste del mismo (unos 60.000 euros diarios), ha buscado una solución internacional con el resto de países implicados en la zona. Tras el caso del barco de recreo francés y el secuestro del atunero español, actualmente hay tres barcos secuestrados por piratas somalíes.
Ésta será la tercera presencia de una fragata con actuación directa contra el crimen en aguas del Índico, después de que la fragata «Navarra» interviniera en 2002 un buque coreano cargado de misiles y de que la «Méndez Núñez» realizara tareas de vigilancia durante el secuestro del «Playa de Bakio».
Para este nuevo despliegue, el Gobierno no está obligado a recabar el permiso del Congreso en tanto se entiende que su tarea de protección de los pesqueros españoles que faenan en la zona responde a la defensa de un interés nacional concreto, supuesto que recoge la Ley de la Defensa Nacional que regula este precepto de la autorización parlamentaria.