El que fuera presidente del PSE aseguró este martes que si se opta por «un final negociado de ETA» se estaría dando «legitimidad a toda la existencia» de la banda terrorista. Asimismo, defendió el pacto PSE-PP en la comunidad vasca porque «es fundamental» para acabar con los terroristas.


Nicolás Redondo: «El diálogo fortalece a los que ellos quieren convencer»

Las víctimas reclaman una «derrota total» de ETA

2010-11-23

J. Arias Borque

Nicolás Redondo Terreros, presidente de la Fundación para la Libertad y ex secretario general de los socialistas vascos, fue el encargado de inaugurar el seminario «El final de ETA: derrota o negociación», organizado por el Observatorio de Víctimas del Terrorismo de la Universidad San Pablo CEU, que dirige Cayetano González, y que desde este martes y hasta el próximo jueves debate, con la participación de políticos, periodistas y víctimas, cómo será el final de la organización terrorista.

En este escenario, el que fuera precursor en la campaña electoral vasca de 2001 de un pacto PP-PSE para desalojar a los nacionalismos de Ajuria Enea, aseguró que «un final negociado de ETA daría legitimidad a toda su existencia», lo que haría que se mantuviese en la comunidad vasca una «presión totalitaria» que haría que se viviese en «paz» pero no en «libertad». Es más, no sólo aportaría esa «legitimación» a la banda terrorista, sino que también «deslegitimaría» la actuación del Gobierno.

En su opinión, el uso de las Fuerzas de Seguridad y de los recursos del Estado de Derecho son los únicos que se pueden utilizar para derrotar a los terroristas y dijo que los partidarios de negociar con ETA «no confían» en la capacidad del Estado de Derecho español y, además de ser partidarios de realizar una «transacción política» con ETA, quieren que nadie «gane o pierda», que no haya «ni vencedores ni vencidos».

Redondo Terreros aseguró que los continuos cambios de estrategia llevados a cabo por los gobiernos españoles en la lucha contra ETA, cambiando continuamente de abogar por la derrota policial y judicial a hacerlo por la negociación, y viceversa, han servido para «fortalecer» a los terroristas. «ETA ha tenido siempre claro que ambas estrategias tenían un tiempo de duración breve, sabían que la estrategia volvería a cambiar. Por eso, en los momentos más duros, cuando más detenciones se producían, ETA sabía que si aguantaba llegaría un nuevo cambio de estrategia», dijo.

Así, señaló que los «adscritos al buenismo», es decir, aquellos que opinan que «hay que dar una oportunidad al diálogo», no se dan cuenta de que el terrorismo es «lo más lejano al diálogo». «El diálogo y la razón son incompatibles con el terrorismo», insistió.

El presidente de la Fundación para la Libertad afirmó que la actual estrategia antiterrorista del Gobierno que, según dijo, busca la derrota de ETA por la vía policial y judicial «está muy bien encaminada». Tras esto, citó a Kepa Aulestia –ex miembro de ETA Político-Militar, fundador de Euskadiko Ezkerra y ex dirigente del PSE– para señalar que «el final del terrorismo no suele ser muy claro».

«El terrorismo deja de existir cuando su entorno le dice que pare porque ya no le beneficia. Lo que tenemos que hacer es precisamente lo contrario de lo que piden algunos. Hay que seguir con esta estrategia para que ese mundo termine explotando, aunque eso beneficie a la izquierda abertzale», continuó, con recado incluido para su compañero de partido y presidente del PSE, Jesús Eguiguren.

Redondo Terreros defendió asimismo la importancia para acabar con el terrorismo del acuerdo alcanzado por populares y socialistas en el País Vasco, y que permitió a Patxi López llegar a Ajuria Enea. Un acuerdo al que, precisamente, él no pudo llegar con Jaime Mayor Oreja en 2001 porque no sumaban los escaños suficientes.

«El acuerdo PSE-PP es muy importante. Es fundamental para acabar con ETA. Después del griterío insustancial, se empieza a hacer política con mayúsculas. El PSE ha actuado con pragmatismo e inteligencia, que no es poco para mi partido, y el PP es un gran ejemplo de política con mayúsculas. No entiendo cómo el PP nacional no saca brillo a la generosidad de ese apoyo a cambio de nada», dijo.

Por último, el que fuese líder de los socialistas vascos entre 1998 y 2002 dijo estar «convencido» de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero «está decidido por la estrategia de la derrota de ETA» y que el acuerdo PSE-PP en la región vasca «no permite una nueva negociación» entre el Ejecutivo y los terroristas. «Estoy convencido de que la estrategia de la derrota es definitiva», insistió.