El Mundo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha pedido a Amaiur que «ponga en juego toda su influencia» para hacer que ETA se «disuelva, inmediatamente, de forma voluntaria y sin ninguna condición». Además, ha asegurado que el Ejecutivo «va a asegurar el cumplimiento de la ley y a proteger a los ciudadanos». Así, ha garantizado que desplegará «todos los instrumentos legales para lograr la desaparición de la banda terrorista y hacer que sus miembros respondan ante la justicia».

Ha sido en respuesta a la primera pregunta de un diputado de Amaiur en la sesión de control del Congreso dirigida al presidente del Gobierno. No ha habido sorpresa ni en el contenido de la cuestión ni en el tono de la respuesta de Mariano Rajoy.

Xabier Mikel Errekondo, representante de la coalición abertzale, más que interrogar al presidente le ha presentado una lista de reclamaciones. Todas viejas y de sobra conocidas. Pero Errekondo se ha ido con las manos vacías.

Mariano Rajoy no ha aceptado ni una sola de sus quejas, ni una sola de sus demandas, ni una sola de sus aspiraciones. Errekondo ha hablado de la existencia de un «escenario nuevo» en Euskadi, de una «oportunidad histórica para la pacificación». Pero ha advertido también de que sigue existiendo «un conflicto político» que sólo se atajará cuando se «reconozca a Euskalerria como nación» y cuando se admita «el derecho a decidir».

A continuación ha reclamado al Gobierno que «respete los derechos humanos», que «legalice Sortu», que «establezca aspectos técnicos para la entrega de armas», que proceda a la «salida de las fuerzas y cuerpos armados del territorio vasco» y que promueva el conocimiento de una «verdad completa, que es la suma de las verdades parciales y no la media aritmética de la verdad».

Y para ello ha insistido en la necesidad de convocar una «comisión de víctimas» y también «acercar a todos los presos a sus familias y liberar a los enfermos».

Rajoy sin inmutarse ha asegurado que «el Gobierno cumplirála ley y protegerá a los ciudadanos». Ha puntualizado además, que «el único conflicto que existe en el País Vasco es el de la existencia de una banda terrorista que ha anunciado el cese de sus acciones armadas pero no se ha disuelto». Y en la medida en que su amenaza sigue pendiendo sobre los españoles, la obligación del Ejecutivo es «asegurar su total desaparición y llevar a todos sus miembros ante la Justicia».

Para finalizar, el presidente ha urgido a Amaiur a que «ponga en juego su influencia, si es que la tiene, para que ETA se disuelva inmediatamente y sin ninguna condición».