Libertad digital
Artur Mas sabía a lo que venía a Madrid. Sabía que Rajoy le diría no a la petición de un pacto fiscal para Cataluña, a modo del antidemocrático concierto vasco o foro navarro. Cuidó con mimo los detalles para escenificar su permanente desafío. Se negó a comparecer ante la prensa, como fija el protocolo y la costumbre, en la Moncloa y lo hizo en la sede que la Generalidad tiene en Madrid, su embajada. Allí, flanqueado por una bandera catalana y otra de la UE, dijo que la Constitución –o sea la ley, o sea el Estado de Derecho– no frenará a Cataluña en su camino a la independencia.
Mientras en La Moncloa, donde Rajoy recibía al catalán colocando una bandera catalana a la misma altura que la española, como si se tratase de un gobernante extranjero, nadie ha tenido a bien dar explicación alguna o responder a Mas. El Gobierno ha despachado que el presidente de la Generalidad se declare al margen de la ley con un comunicado en el que, entre otras obviedades, se dice que el pacto fiscal no cabe en la Constitución. Es más, en Moncloa enmarcan el desafío de Mas en lo «habitual», ya que es así como justifican que nadie del Gobierno haya dado la cara. «No se hace con ningún presidente autonómico habitualmente», dicen.
Rueda de prensa en su ‘embajada’
En su desafío al Gobierno central y a la Carta Magna en su comparecencia desde la sede de la Generalidad en Madrid, Artur Mas ha advertido de que «Cataluña se siente nación y es algo que no pararán con una Constitución».
Este es el resumen de una jornada en la que Mas se ha encontrado con la oposición al pacto fiscal pero con el compromiso por parte de Mariano Rajoy de revisar la financiación de Cataluña. «No ha ido bien», afirmaba el presidente de la Generalidad ante los medios puesto que, en su opinión, «esto era un intento para que se entendieran las aspiraciones de Cataluña».
Con el victimismo que caracteriza al nacionalismo catalán Artur Mas continuaba su alegato afirmando que la negativa al pacto fiscal tendrá consecuencias. «Visto que no ha ido bien, es evidente que hace falta una reflexión a fondo en Cataluña y adoptar decisiones», aseguró, aunque sin concretar: «hoy no puedo contestar qué decisiones».
La posible mejora de la financiación prometida por Rajoy tampoco es suficiente, a juicio de Mas. «Es evidente que con una mejora, Cataluña no puede en estos momentos cubrir sus aspiraciones como país, como sociedad y como pueblo».
Numerito de CiU en Barcelona
Como si de un héroe se tratase, desde CiU y organismos secesionistas se convocó a sus simpatizantes para dar la bienvenida a Mas tras el «no» de Rajoy al pacto fiscal. La plaza situada frente a la Generalidad era el sitio elegido para homenajear al presidente tras su llegada a Barcelona.
Unos pocos cientos de personas ataviados con esteladas acudieron finalmente a este número organizado por la propia CiU. Recibieron al catalán al grito de «independencia». Como respuesta Mas salió y saludó a los presentes antes de que cantaran todos juntos Els segadors.