Redacción

Martes, 21 de diciembre de 2010 | Durante la sesión de este lunes del debate de investidura, la líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho, ha preguntado al candidato de CiU, Artur Mas, si mantendrá las multas lingüísticas a los comerciantes. Este le ha respondido señalando que “en España hay más de 300 regulaciones que suponen todo tipo de sanciones si no se utiliza el castellano como lengua oficial del Estado español, ¿el PP propondrá cargarse todas estas sanciones?”.

“Lo que no entiendo es que levanten la bandera de las sanciones lingüísticas cuando se trata del catalán, como si fuera una especie de dialecto regional folclórico y periférico, y en cambio cuando se trata del castellano no haya ni una sola palabra”, ha añadido.

Mas ha argumentado que “no hay ninguna norma, ni ninguna ley, en Cataluña que prohíba etiquetar en castellano nada, y esto ustedes han de ayudar a explicarlo bien porque, si no, fuera de Cataluña se aprovechan de ello; no hay ninguna norma que impida rotular nada en castellano; hay normas aprobadas por amplias mayorías de este Parlamento que obligan a que, como mínimo, se etiqueten o rotulen cosas en catalán”.

“Porque hay dos lenguas oficiales, el catalán y el castellano, pero en Cataluña solo hay una lengua propia, el catalán. Oficiales, dos. Propia, una. Y, si solo hay una lengua propia, esta lengua se tiene que respetar por parte de la gente que se siente identificada [con ella] y por la que no se siente tan identificada, en la medida que están en una Comunidad y en una nación que se llama Cataluña“, ha sentenciado.

Sánchez-Camacho, por su parte, ha apelado a la libertad de los ciudadanos y de los comerciantes. Ha criticado que “para algunos, la lengua es un elemento de construcción nacional” y ha reprochado a Mas que él quiere “políticas lingüísticas de obligación”, mientras que ella opta por “el incentivo”.

“Yo no quiero que se obligue [a rotular] en catalán al empresario que no quiera hacerlo, porque tiene su legitimidad para hacerlo. Y eso no quiere decir que no quiera mi lengua [el catalán] y que no la impulse, sino que la quiero impulsar de una forma diferente a otros”, ha concluido.