Una nota de Etxerat y Askatasuna Acusa a España y Francia de practicar una «política asesina».


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Madrid- Las organizaciones que reunen a los familiares de los presos, Etxerat y Askatasuna, que, según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, hacen de altavoz de la opinión de los reclusos, han repartido entre sus afiliados una nota en la que aseguran que «vamos por muy mal camino» por la política penitenciaria que mantienen los gobiernos de España y Francia.

Los citados colectivos aseguran que «constatamos que no ha cambiado nada» y se preguntan si ésta «es la demostración de la actitud y la voluntad que tienen los dos estados en torno a la resolución del conflicto» En el comunicado que ETA hizo público el pasado 18 de agosto, daba a entender que uno los acuerdos «previamente adoptados» y que el Gobierno habría incumplido estaba el de dar fin al «estado de excepción contra el colectivo de presos políticos vascos».

«Política asesina»

La nota, a la que ha tenido acceso este periódico, se refiere a la huelga de hambre que mantiene desde hace cuatro semanas el pistolero del «comando Madrid» Juan Ignacio de Juan Chaos y subraya que «evidencia que la actitud de los estados respecto a los presos «no ha cambiado. Mantienen una política asesina y han ido más lejos con la aplicación de la cadena perpetua».

Al referirse al llamado «proceso de paz» afirman que «tratan de condicionarlo» y «quieren utilizar a los presos para realizar un chantaje político. Todo ello responde a un esquema muy bien diseñado y planificado para lo cual han creado herramientas especiales en los últimos años».

La huelga de hambre de De Juana, que ETA y estas organizaciones trataron de ocultar durante diez días (porque suponía la ruptura de la disciplina interna del colectivo de presos) la han convertido ahora en una «bandera. Han hecho suya la protesta, aunque ningún otro recluso la ha secundado. Este hecho demuestra, en opinión de las fuentes consultadas, que la banda (el comunicado de agosto coincidió en el tiempo con el momento en que se dio a la publicidad el «ayuno» del pistolero) ha decidido aprovechar la «rebelión de este individuo en beneficio propio y utilizarla para movilizar a su entramado ante la situación de «impasse» en la que se halla el mencionado «proceso».

El comunicado y los pronunciamientos de las organizaciones de los presos se producen después de que durante el mes de agosto, ETA no se haya puesto en contacto con el Gobierno para fijar la fecha y el lugar de la primera reunión oficial. A este respecto, se considera significativo que los terroristas hayan permanecido inactivos, desde el punto de vista de la negociación (fuentes del Ejecutivo así lo han asegurado) y, sin embargo, hayan hablado de forma pública con el comunicado para amenazar si no se cumplen lo «previamente adoptado». Lo hacía por tercera vez desde el comienzo del alto el fuego.

Las mismas fuentes opinan, en contra del optimismo que trata de transmitir el Gobierno y los que le apoyan en el «proceso», que ETA se puede plantear en algún momento la ruptura del alto el fuego si con ello considera que puede obtener más beneficios. No existe ningún dato objetivo que avale esta hipótesis (aunque la banda ha advertido que la tregua no es «irreversible») pero tampoco se puede trabajar con la idea de que el parón de los terroristas es definitivo, porque no lo han dicho y, al menos de momento, no parece que ésas sean sus intenciones.

La amenaza de ETA de «ejercer el derecho a respuesta» si no se cumplen los supuestos acuerdos «previamente adoptados» y la nota de las organizaciones de los presos en la que se advierte que se va por «muy mal camino», configuran un panorama preocupante. La reciente amenaza del Ejecutivo de no adoptar medidas penitenciarias si Batasuna no pasa por el aro de la Ley de Partidos no ha contribuido a mejorar la situación.

Las referidas fuentes no aciertan a entender a qué responde este tipo de ultimátum cuando la negociación oficial no parece haber comenzado todavía, salvo que el Ejecutivo no haya contado en este caso, en el de la supuesta intención de Batasuna de legalizarse, con una información debidamente contrastada.