El primer director de los Mossos d’Esquadra, Miquel Sellarès, marca la hoja de ruta: asumir las competencias de puertos y aeropuertos, expedición de documentos, control de armas y explosivos, y cárceles; crear una ‘inteligencia policial’; no incorporar a mandos de otros cuerpos; cambiar el nombre por el de Policía Nacional de Cataluña; y situarla en las embajadas de la Generalidad.
Redacción
Viernes, 10 de diciembre de 2010 | El nacionalismo catalán ya ha puesto en el punto de mira su próximo objetivo: expulsar de Cataluña a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) que dependen del Gobierno, esto es, Guardia Civil y Policía Nacional.

Miquel Sellarès, presidente del CEEC, ex director de los Mossos d’Esquadra y ex secretario de Comunicación de la Generalidad (Foto: Vilaweb).
Así se desprende de un documento que ha publicado este jueves el Centre d’Estudis Estratègics de Catalunya, un think tank sobre seguridad y defensa presidido por Miquel Sellarès, primer director general de Seguridad Ciudadana de la Generalidad (1983-1984) –con Jordi Pujol– y ex secretario de Comunicación de la Generalidad en 2004 –con el primer tripartito–, responsable de los informes secretos (2, y 3) para controlar a los medios de comunicación.
Asumir todas las competencias
El informe, de 12 páginas (y resumido en un artículo del propio Sellarès publicado este jueves en el diario Avui), ‘está dirigido a nuestra clase política, a la sociedad civil y, primordialmente, a los mandos y efectivos de la Policía de Cataluña para que reflexionen sobre el futuro y sobre cuál es el paso adelante que se tiene que llevar a cabo en el siglo XXI’, y que se recoge en once puntos.
Entre los aspectos más destacados está asumir ‘las competencias reservadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado’, especialmente ‘la custodia de puertos y aeropuertos, la expedición de documentación (DNI, NIE y pasaportes) y el control de armas y explosivos’.
Una agencia de inteligencia catalana
El documento también reclama modificar las leyes ‘para evitar que nuestra policía sea un cuerpo subsidiaro de otro‘, en referencia a que las FCSE son las que debe asumir el mando en caso de operciones simultáneas con policías autonómicas. Así como que la Consejería de Interior asuma ‘las competencias de los servicios penitenciarios por el impacto y la relación que estas tiene en las dinámicas y las políticas de seguridad’.
Un punto recurrente en la biografía de Sellarès ha sido el de la obsesión por las agencias de espionaje, por ello, propone ‘la consolidación de un modelo propio de inteligencia policial‘ para ‘la captación, acumulación y procesado de información’, algo ‘vital para combatir las organizaciones criminales y terroristas y para proporcionar la información necesaria a las autoridades y mandos para tomar las decisiones correctas para proteger la seguridad de los ciudadanos y garantizar el libre ejercicio de sus derechos y libertades’.
No incorporar mandos de otros cuerpos
Otras de las propuestas son ‘no incorporar más mandos de otros cuerpos policiales’ a la policía autonómica de Cataluña, e ‘ir hacia la integración de las policías locales y de los Mossos de Esquadra’.
También se insta a ‘sustituir el nombre de Policía de la Generalidad-Mossos d’Esquadra por Policía Nacional de Cataluña o Policía de Cataluña’, puesto que ‘hay que recordar que el nombre de Mossos d’Esquadra tiene un origen vinculado a los botiflers (traidores) que apoyaron a la monarquía borbónica que aplastó los derechos y libertades de Cataluña en el siglo XVIII. […] Hace falta que llegue el momento en el que cuando el ciudadano lea o escuche que la policía ha realizado una actuación o una investigación, no haya que especificar cuál ha sido el cuerpo policial que ha hecho la actuación, porque se sobrentenderá que ha sido la policía de su país‘.
Por último, se propone la ‘presencia de pleno derecho y permanente [de los Mossos d’Esquadra] en los organismos de coordinación policial internacional‘, ‘crear una unidad policial dedicada a las relaciones internacionales’, tener ‘presencia y participación en los órganos de coordinación estatales’, así como ‘presencia de la Policía de Cataluña en las delegaciones de la Generalidad en el extranjero‘.
Los tentáculos de Sellarès
Miquel Sellarès participó en la Asamblea de Cataluña, a principios de los 70, y fue uno de los fundadores de Convergència, que abandonó por discrepacias con Jordi Pujol pero donde todavía conserva buenas relaciones. También es amigo personal del vicepresidente de la Generalidad en funciones y ex presidente de ERC, Josep-Lluís Carod-Rovira.
Ha sido miembro de la junta directiva de Òmnium Cultural y, además del CEEC, controla diversas entidades y publicaciones, como la Fundació Centre de Documentació Política –que recibe subvenciones millonarias de la Generalidad–, Opinió Catalana, Debat Nacionalista o Tribuna Catalana, desde donde advirtió de que ‘hay que estar atentos para dar una respuesta contundente si hiciese falta’ a movimientos como el de Ciudadanos.