ABC
Conversaciones que en los últimos días han mantenido presos de ETA con personas de su entorno ponen de manifiesto que detrás de la supuesta huelga de hambre en apoyo de Jesús María Uribetxeberria Bolinaga hay una cadena de trampas, discrepancias, imposiciones desde la propia banda e incluso oportunismos, porque la mayoría se apuntaron sabiendo que la abstinencia será por poco tiempo. De hecho, los informes médicos confirmarían que el «carcelero» de Ortega Lara padece cáncer en fase terminal, por lo que se espera su inmediata excarcelación.
De acuerdo con las conversaciones a las que ha tenido acceso ABC, un etarra preso en Sevilla comenta en tono jocoso a la persona que le visita: «Esta huelga va a durar muy poco, porque o lo sueltan (a Uribetxeberria) o la palma». La conversación pone de manifiesto que los propios reclusos ven como probable que Uribetxeberria sea excarcelado por el juez debido a la gravedad del cáncer que padece. La huelga de hambre es, así, pura escenografía de ETA para atribuirse como triunfo lo que será, en su caso, fruto de una decisión ajustada a la ley. Y además, con mínimo sacrificio para los presos que se han prestado a la farsa, por la previsible brevedad de la dieta.
En otra conversación mantenida en la prisión de Logroño, Arnaldo Otegi no oculta a un amigo su disconformidad con el ayuno y de hecho él se apuntaría días después: «Así que, según Iñaki (uno de los instigadores de la huelga de hambre), esto es imparable y la putada es que esto se lo tomen (el Gobierno) como un pulso». «Ya», responde a secas su interlocutor. «Lo tenían fácil» -añade Otegi en alusión al Gobierno-. Lo sueltan mañana o el lunes, y ya está». «Pero es que con la huelga de hambre, éste (en alusión a Iñaki) se ha puesto cabezón», contesta el amigo que le visita. «Yo creo que no tardarán mucho en sacarlo», insiste el exportavoz de Batasuna, quien añade: «Esto es lo que yo quería evitar, que (el Gobierno) se lo tome como un pulso porque el de Interior está diciendo que cumplirá la ley».
En otro centro penitenciario, ubicado en Madrid, un preso comenta a alquien que parece haber participado en la convocatoria del falso ayuno: «Bien, es lo que hay. Ya os podéis poner la pilas ahí fuera, porque esto tiene muy mala solución con esta banda de hijos de puta». «Es lo que hay -le responde quien le visita-. Hemos dado los pasos equivocados y ahora no podemos con las consecuencias». «Bien, ya os podéis poner las pilas», insiste el interno de ETA.
La presunta huelga de hambre recibió un impulso el fin de semana pasado, precisamente cuando los presos reciben las visitas de sus familiares o de personas del entorno que transmiten las consignas de la banda. Por tanto, cuando son más vulnerables a las presiones externas. Así, en una de estas conversaciones, una madre comunica a su hija presa que ha recibido la llamada de alguien para advertirle de que debe hacer un día de ayuno. «Ya te dirán qué día debe ser», le comenta, siguiendo así las consignas de los herederos de Gestoras pro Amnistía y Askatasuna.
«Cáncer terminal»
El entorno de Uribetxeberría avanzó ayer que los médicos ratifican en el informe que será entregado hoy al juez central de vigilancia penitenciaria que el cáncer que pacede el etarra «es maligno» y se encuentra en fase terminal. Requeriría cuidados paliativos.
De confirmarse ello, el «carcelero» de Ortega Lara sería puesto en libertad de forma inminente. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reiterado que la decisión que se adopte será conforme a la ley y no por el chantaje del presunto ayuno.