Este señor odia con vehemencia cualquier cosa que huela a español, aunque sea un aeropuerto.


Al separatista Huguet ya lo conocíamos de cuando, conseller con Maragall, amenazaba a los españoles con una guerra civil. Ahora sigue siendo conseller, esta vez con Montilla, y reincide: ha propuesto a los catalanes boicotear el aeropuerto de Madrid, la Terminal de Barajas. Considera el conseller Huguet que depender del aeropuerto de Madrid para determinados vuelos es un gravoso gesto de sumisión a la capital.

Incluso en el discutible caso de que a Huguet le asistiera la razón “técnica”, hay ciertas personas que no pueden hacer ciertas declaraciones sin que se interprete siempre lo mismo, a saber: que este señor odia con vehemencia cualquier cosa que huela a español, aunque sea un aeropuerto. ¿Juicio de intenciones? Basta leer las declaraciones del protagonista para advertir que sus intenciones son transparentes.

El partido socialista, que mantiene a Huguet como conseller, no ha dicho nada. Y este es tal vez el verdadero problema: que el socialismo siempre calla ante los exabruptos del separatismo.