¿Qué está haciendo la Secretaría de Estado de Deportes por neutralizar la ofensiva separatista en este ámbito? Nos tememos que nada.


Es periodista deportivo y se llamaba Pedro Barthe hasta que le jubilaron de RTVE; ahora se llama Pere Barthe y defiende que Cataluña tenga selecciones nacionales. ¿Nacionalismo súbito? Quizá. En todo caso, he aquí a un hombre con olfato para saber quién manda, ante quién hay que hacer la reverencia.

La presión mediática separatista ha logrado crear en Cataluña una singular conciencia según la cual no tener selección nacional propia es un agravio “español”. Tan seguros se sienten de sí los promotores de la idea que no dudan en proporcionar hechos consumados, ayer con el hockey, hoy con el fútbol sala. Pero, como siempre, si la separación es posible no es sólo por la presión de los separadores, sino por la pasividad de quienes deberían trabajar por mantener unido el conjunto.

¿Qué está haciendo la Secretaría de Estado de Deportes por neutralizar la ofensiva separatista en este ámbito? Nos tememos que nada. Aún peor: cualquier día ficharán a Barthe, Pedro, Pere, como asesor. Dirán que es “para no crispar”.