Ante esta batalla de previsiones, digamos lo que Homero hace decir a Héctor en la Ilíada (XII, 237) como respuesta a las dudas que asaltan a sus guerreros por un mal augurio en la batalla: «¡El mejor augurio, y el único, es la defensa de la patria!».


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El pasado miércoles tuvo lugar un debate en el Congreso de los diputados que, si arrojó algún resultado, fue el de demostrar que un pacto entre los dos grandes partidos no es concebible mientras que Zapatero siga en el poder. El guante que Rajoy lanzó al PSOE retándoles a que sustituyan a Zapatero al frente de su partido y del gobierno no tiene por qué interpretarse como un síntoma de pusilanimidad de quien prefiere que otros se batan el cobre por él, sino como una indicación de que, con otro dirigente socialista, un pacto sí sería posible. Aunque también haya que destacar que su invitación al pacto no fue demasiado convincente, habida cuenta de las relaciones con los nacionalistas catalanes que está cultivando recientemente. Como venimos insistiendo desde DENAES, tal pacto sólo tendría sentido si excluyese a los partidos secesionistas.

En ese mismo debate Zapatero volvió a ejercitar su ya famoso optimismo, que le dio algún rédito electoral en el pasado pero que parece convencer cada día a menos gente. En efecto, Zapatero auguraba que el Producto Interior Bruto sólo caerá un 0,3% este año.

Describía Josep Pla el primer gobierno de la Segunda República en su Madrid, el advenimiento de la República: «puede afirmarse que el Ateneo lo tiene todo resuelto: lo único que falta es hacerlo. Es mucho más fácil hablar de las cosas que hacerlas. Todas las soluciones del Ateneo son apriorísticas. El país quizá vaya de otra manera. Evidentemente, no puede negarse que el esfuerzo realizado por la docta corporación estos últimos años para lograr la cuadratura del círculo ha sido ingente» (página 69).

También en estos días la realidad va por un lado y el gobierno de España por otro. El viernes, el diario El Mundo recogía un augurio del Banco de España incompatible con el de Zapatero y menos optimista: una caída del 0,5% (que resulta de una media a partir de las previsiones de diferentes servicios económicos).

Ante esta batalla de previsiones, digamos lo que Homero hace decir a Héctor en la Ilíada (XII, 237) como respuesta a las dudas que asaltan a sus guerreros por un mal augurio en la batalla: «¡El mejor augurio, y el único, es la defensa de la patria!».

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA