El Gobierno de la autonomía vasca dice, en Declaración del Gobierno por el recrudecimiento de la violencia en Navidad, que hay que “mirar al futuro” (se supone que más finamente que Zapatero quien, siguiendo el consejo, hace justo un año y refiriéndose al terrorismo, auguraba que “el año que viene estaremos mejor”).

En la rueda de prensa posterior al Consejo semanal, la portavoz del Gobierno Vasco expuso, como justificación a su llamada a la visión futurista, que la banda armada «ha provocado que acabemos este año con la misma imagen que concluyó el anterior», con «asesinatos, bombas contra sedes judiciales y partidos políticos, ataques a batzokis, violencia callejera, amenazas, extorsiones y familias que en plena Nochebuena tienen que abandonar sus domicilios». Todos al mismo saco.

Por otro lado, acusa a PSOE y PP de “utilizar la violencia para acallar ideas” y lo mismo lamenta los últimos atentados de la ETA que la reciente muerte, en accidente de tráfico, de un familiar de un preso etarra. Esto es, en la retórica oligofrénica del PNV, el resultado de “mirar hacia el pasado”.

En este contexto, tenemos que entender la exhortación a mirar al futuro como un modo de desconectarlo del pasado (los atentados de la ETA que, ahora, son un lastre para el PNV) que lo hace posible. “Mirar al futuro” es no querer mirar a las condiciones necesarias del proceso que, por desgracia, pudiera hacerlo real y no meramente quimérico; es no querer ver que la ETA es un eslabón necesario en la cadena de despropósitos que conducen a la disolución de la Nación Española.

Un futuro con la secesión consumada es el fin camuflado por la portavoz cuando dice “estar en contra de ETA y discrepar de la utilización política de la Justicia y de la ilegalización de las ideas». Esto es, a favor de las ideas-fines (del futuro) de la ETA aunque en contra de los “medios violentos”, “cosas” del pasado.

El repugnante mensaje navideño del Gobierno Vasco pide que “no se politice la justicia” -cuando lo que quiere decir es que no se procese a quienes se reúnen con grupos terroristas o pretenden, en nombre de la Democracia e incumpliendo sus leyes, realizar un referéndum por la independencia- y llama “ilegalizar ideas” al cumplimiento de la Ley de Partidos. Ya sacarán a Arzallus amenazando si no “miramos al futuro”. Al tiempo.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA