Y es que el de Bermeo sabía muy bien lo que hacía, pues antes de la celebración de este Debate sobre los Presupuestos Generales del Estado, su partido, mediante el chantaje habitual al que con falsa moral se suelen entregar los gobiernos de la Nación, había dejado atado y bien atado el blindaje de esa estafa fiscal e histórica denominada Cupo Vasco que muy pocos partidos, engolfados en su habitual tacticismo, se atreven a cuestionar.


1205108046712PNVdn.jpg

Ante la complaciente sonrisa de Ercoreca, arrellanado en su escaño de diputado español por Vizcaya, el Gobierno que ha sumido a España en la peor crisis que se recuerda, era hostigado por la oposición, mientras los grupos parlamentarios extravagantes, esto es, todos aquellos que forman el frente antiespañol basado en el más rancio espiritualismo étnicista, perdonaban la vida al Presidente, don José Luis Rodríguez Zapatero, blanco al que se dirigían todo tipo de invectivas que impactaban en el enjuto cuerpo de su Ministra de Economía, doña Elena Salgado Méndez.

Y mientras la Salgado se refugiaba en un burdo asunto que tal vez haya propiciado su presencia en la Carrera de los Jerónimos, esto es, su sexo, intentando hacer creer que Rajoy la atacaba en función de esta cualidad, Ercoreca seguía riendo.

Y es que el de Bermeo sabía muy bien lo que hacía, pues antes de la celebración de este Debate sobre los Presupuestos Generales del Estado, su partido, mediante el chantaje habitual al que con falsa moral se suelen entregar los gobiernos de la Nación, había dejado atado y bien atado el blindaje de esa estafa fiscal e histórica denominada Cupo Vasco que muy pocos partidos, engolfados en su habitual tacticismo, se atreven a cuestionar.

Ercoreca, no satisfecho con lo obtenido, se permitió ayer, como suele hacer por otro lado en un español cristalino y florido que nos hace cuestionar si su nivel de dominio de la «lengua del Paraíso» será el mismo, aún ha llegado más lejos. Ayer, este ilustrado vizcaíno volvió a recordar que su apoyo lo es en virtud de «lo acordado».

Pero mientras Ercoreca, seguramente sigue riendo, desde DENAES nos permitimos recordarle que no todos los españoles están dispuestos a callar ante semejante saqueo. Nuestra Fundación se ha manifestado ya en reiteradas ocasiones en contra de dicho «Cupo», y al carácter inasumible desde las posiciones de una verdadera nación política que se tanga por tal. Pero si inaceptable es este asunto, otros no le van a la zaga, especialmente aquellos que conciernen a nuestras Fuerzas Armadas, esas que tanto incomodan a los «gudaris» de salón como Ercoreca cuando pisan Vasconia, pero a las que reclama cuando los barcos que enarbolan la icurriña son capturados por piratas que nada saben del partido racista en que milita este risueño parlamentario, cuya hilaridad nos recuerda a la de algún animal que tiene en la carroña su más deleitoso manjar.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA