El Gobierno reacciona insultando a las víctimas del terrorismo, doblando el brazo de la Justicia y, ahora, fabricando un vídeo contra el PP. Esa es toda la historia.


Al Gobierno se le ha reventado su proceso de negociación con ETA. Se
le ha reventado, ante todo, porque las dos partes de la negociación
no quieren lo mismo: el Gobierno quiere la paz, cosa que nadie duda,
pero ETA quiere sacar ventajas políticas reservándose la capacidad
para usar las armas, cosa que ya nadie, tampoco, puede dudar. Ahora
bien, el Gobierno se empeña en mantener artificialmente, con fines
electorales, la expectativa de una paz imposible, y eso es lo que
está arruinando a marchas forzadas el crédito de Zapatero. Incapaz de
rectificar, encastillado en su soberbia, también aterrado ante un
fracaso de consecuencias políticas previsibles, el Gobierno reacciona insultando a las víctimas del terrorismo, doblando el brazo de la Justicia y, ahora, fabricando un vídeo contra el PP. Esa es toda la historia.

Con este video el Gobierno ha conseguido lo que pretendía: echar
barro en la pantalla, para que no se vea lo demás, y que toda la
atención quede concentrada en la enésima querella entre unos partidos
que parecen haber perdido el norte. Conviene, pues, que recordemos lo
esencial: con ETA no cabe otra negociación que la de la entrega de
las armas; nadie puede obtener la menor ventaja política del uso del
terror; el Estado se suicidará si vende la legitimidad formal de la
Justicia o la legitimidad moral de las víctimas. Por eso hay que
oponerse al proceso, ya descontrolado, de Zapatero.