¿Qué está obteniendo España a cambio de sus cesiones ante Marruecos? Nadie lo sabe.


Hay ciertos asuntos que normalmente se comentan poco, porque no son gratos: siempre es mejor hablar de paz y entendimiento. Pero la política exterior no está hecha de paz y entendimiento, sino de conflictos de intereses. Si esos conflictos se pueden arreglar en buen tono, tanto mejor; pero nunca hay que perder de vista que el competidor, fatalmente, tratará de llevar siempre la mejor parte, y siempre en nuestro perjuicio.

El Gobierno español ha roto su tradicional política respecto al Sáhara para, ahora, ponerse del lado de Marruecos, cuyas reclamaciones sobre la ex colonia no se ajustan al derecho internacional. Junto a eso, ha negociado unos acuerdos pesqueros que favorecen también a Marruecos. Y además se ha permitido el lapsus de declarar el bando sahariano como “caladeros marroquíes”. Hace pocos días, en la manifestación contra la política socialista sobre el Sáhara, el líder comunista Llamazares decía que Zapatero “ha vendido el Sáhara por un plato de lentejas”.

La pregunta que se hace toda España es esta: ¿Cuáles son esas lentejas? ¿Qué está obteniendo España a cambio de sus cesiones ante Marruecos? Nadie lo sabe.