Es hora ya de que este gobierno afronte la realidad y deje de emplear palabras huecas, de que se aleje del infantilismo y ponga los pies en un suelo sobre el que habitan hombres que también buscan la paz, una paz que, necesariamente, será la de los vencedores
«Estamos en Afganistán porque los que han arrancado la vida de nuestros dos compañeros amenazan al pueblo afgano y también a todas las mujeres y hombres libres del mundo. Desean someternos a su terror. También a nuestras familias, a las familias españolas».
Con estas palabras, la Ministra de Defensa, Carmen Chacón, se ha dirigido a los militares destacados en Herat (Afganistán) tras la muerte, a manos de un terrorista suicida, de Rubén Alonso Ríos y Juan Andrés Suárez García.
Huelga decir que desde DENAES nos unimos no sólo al dolor que sin duda conmueve a la Ministra, sino, y sobre todo, al de los familiares de los fallecidos y al de todos los patriotas que sienten tales muertes como suyas. Dicho lo cual, no podemos dejar de reflexionar sobre el sentido de las palabras pronunciadas por la señora Chacón, que recaen en errores que, no por habituales, dejan de tener su gravedad.
Y es que la señora Ministra, integrada, no lo olvidemos, en la facción independentista que opera bajo las siglas del PSC, partido que persigue el español en Cataluña y ha conseguido que la presencia del Estado –español– sea algo residual, recae constantemente en contradicciones.
Porque lo que la Ministra debería haber percibido ya, es que las tropas a las que se ha dirigido, representan a la nación española y defienden, por tanto, la libertad e intereses de los españoles, que no coinciden en modo alguno, salvo por un abuso de los términos, con el de la libertad de los hombres. Su error consiste en situarse en una perspectiva, la de la Humanidad, la de los hombres inexistentes, sin atributos tales como las banderas o los himnos presentes en las ceremonias que ella misma preside.
Es hora ya de que este gobierno afronte la realidad y deje de emplear palabras huecas, de que se aleje del infantilismo y ponga los pies en un suelo sobre el que habitan hombres que también buscan la paz, una paz que, necesariamente, será la de los vencedores.
Al final de la intervención de Carmen Chacón, se atisba, sin embargo, un destello de realismo. En efecto, las familias españolas están amenazadas por el terror, y no solamente por el etarra, pues como hemos podido saber este pasado fin de semana, un conjunto de yihadistas radicados en Cataluña, estaban ya trabajando por lograr otra paz, la paz del sometimiento, es decir del Islam.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA
