Hubo una España de la alpargata; ya pasó. También hubo una España de la boina (mental); esa pervive incluso en los ministerios.
Increíble pero cierto: el ministro de Industria de España, el socialista-nacionalista Joan Clos, se va de gira por Europa y habla de la economía española como “la España de la alpargata”. Bonita forma de promocionar el propio país.
Es desolador constatar cómo en cierta casta adinerada de la burguesía
catalana funciona todavía un prejuicio tópico y retrógrado, que no tiene
nada que ver con la España real. Aunque en el “oasis” no se hayan enterado, porque sus periódicos y televisiones sólo muestran una cara de la realidad, hace aproximadamente veinte años que en España nadie lleva alpargatas. Bien es cierto que, si finalmente sale adelante el nuevo Estatuto y el sistema de financiación autonómica se quiebra, es probable que en el resto de España debamos recurrir de nuevo al viejo calzado rural. ¿Es eso lo que quiere Clos, ministro de España?
Hubo una España de la alpargata; ya pasó. También hubo una España de la boina (mental); esa pervive incluso en los ministerios.