Las últimas declaraciones del Presidente no han ido acompañadas de un análisis de los últimos atentados, ante los cuales no debe ser la sociedad española, sino él mismo y su gobierno los que deben saber resistir


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“La sociedad española nunca se someterá al dictado de ETA”, tales han sido las recientes palabras de Zapatero, titulares de algunos periódicos, con las que se ha querido dar noticia del aparente nuevo rumbo de la política antiterrorista en España.

Pero, aunque sólo sea por respeto a la razón que debe presidir la acción política, vamos a tratar de ponernos en la perspectiva de todos aquellos españoles, incluido nuestro Presidente del Gobierno, que durante el período del denominado “proceso de paz”, es decir, aquel en el que se iniciaron negociaciones con la banda terrorista ETA, interpretaban la negativa de la oposición a aceptar dicho “proceso” como un obstáculo que justificaba al propio terrorismo etarra. La “incomprensión” del llamado “problema vasco”, decían algunos, marginaba a uno de sus principales actores, en cuyas manos, al abandonar los métodos terroristas, estaba la solución. Desde esta perspectiva, todo atentado es una nueva llamada de atención hacia los responsables políticos que pueden volver a abrir el “diálogo” para que ETA “deje de matar”.

Nadie del PSOE, afortunadamente, ha osado servirse de la coherencia, y se da por sobreentendido que si el gobierno tiene el apoyo de la oposición es porque ha rectificado sabiamente. Con todo, se echa de menos una reconsideración de lo ocurrido hasta ahora. Desde el 30 de diciembre de 2006 en que fueron asesinados Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio en el atentado de la T4, hasta el pasado 22 de septiembre, con el brigada Luis Conde de la Cruz, se han perpetrado ya ocho asesinatos y Zapatero no ha intentado siquiera cubrir las apariencias de su evidente fiasco en política antiterrorista de la anterior legislatura.

Las últimas declaraciones del Presidente que hemos destacado no han ido acompañadas de un análisis de los últimos atentados, ante los cuales no debe ser la sociedad española, sino él mismo y su gobierno los que deben saber resistir.

Pues si la sociedad española se va a someter o no en el futuro al dictado de ETA, eso nadie lo sabe. Lo que sí sabemos es que el partido ganador de las últimas elecciones hizo lo posible por que todos nos plegáramos al “fin dialogado de la violencia”, y ya que no la sociedad española sino una mayoría de ella le votó, tampoco podemos estar seguros de que, sin una exposición pública y razonada de errores pasados, el electorado sepa por qué ahora, al perseguir a los delincuentes con la ley en la mano, se está haciendo lo que es justo.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA