Estefanía Beltrán Heredia facilita una manifestación de odio a la Guardia Civil en Oñate

El lugar, las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil en Oñate, municipio de Guipúzcoa. Los convocantes, el movimiento Fan Hemendik, o lo que es lo mismo: Fuera de aquí.

El lector ya habrá atado todos los cabos. Se trata de una nueva ceremonia de ofensas a la Guardia Civil, cuerpo en el cual los fanatizados secesionistas vascongados proyectan todo su odio, toda vez que, bajo sus oligofrénicas e indoctas entendederas, la benemérita –perros en la jerga proetarra- es una suerte de fuerza española de ocupación en el territorio que llaman Euskal Herria. Nada nuevo, pues, bajo el sol vasco. Para completar el círculo de complicidades y miopía -luego abundaremos en ello-, el Departamento de Seguridad de País Vasco ha autorizado la petición de Fan Hemendik para llevar a cabo la prevista cadena humana proetarra que vuelve a reclamar que la Guardia Civil abandone la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra coincidiendo con la jornada en la cual han de constituirse los ayuntamientos.

La decisión para con los sediciosos tiene un nombre propio, el de la consejera del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, quien no ha advertido motivo alguno para prohibir estos actos. No obstante, el Gobierno vasco, tan aficionado a ponerle una vela a Dios y otra al Diablo, montó un dispositivo policial para vigilar la protesta en previsión de que puedan cometerse excesos…

La maniobra de protesta e insultos a la Guardia Civil, por otra parte, no es nueva, pues acciones como la descrita ya se han producido en otras ocasiones, hasta el punto de que podemos afirmar que tales actos están ya institucionalizados con la habitual tolerancia, que raya en la complicidad, de los responsables políticos que deben lealtad a la Nación, esos cuyos labios son incapaces de pronunciar la palabra «España», nombre que trocan por la expresión «Estado español».

Una asentada tolerancia que permite a los sediciosos envalentonarse hasta tal punto que han llegado a confeccionar un vídeo, accesible en youtube, en el cual, como decíamos más arriba, se ridiculiza a dos guardias civiles que, empleando un marcado acento andaluz –el racismo araniano se resiste a desaparecer-, se jactan de tener a los vascos encadenados antes de huir en helicóptero tras ver asediado su cuartel por una cadena humana, y saltar en paracaídas sobre Madrid, mientras suena una canción que dice en vascuence: «fuera de aquí, perros».

La reacción a tan graves como tolerados planes, ha tenido que venir, una vez más, de las asociaciones ciudadanas, con Dignidad y Justicia a la cabeza, que ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía de Guipúzcoa en la que pide a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y a la Ertzaintza que se mantengan especialmente vigilantes por si se produjeran acciones coercitivas hacia miembros de la Guardia Civil, en cuyo caso la concentración debería disolverse.

A esta iniciativa se une la de la asociación de víctimas Covite, que ha pedido la prohibición de la manifestación. Finalmente, el PP vasco, por medio de Carmelo Barrio, ha intrepelado en el pleno de control del viernes a Estefanía Beltrán de Heredia, para ver qué medidas va a tomar el Gobierno vasco para que no se celebrase tan ignominioso acto de insulto a la Guardia Civil.

Desde la Fundación DENAES debemos insistir en la inaudita situación que se vive en esta región española en la cual ya se han convertido en habituales acciones como la descrita, inconcebibles en cualquier otra nación, como ha demostrado, por ejemplo, Vladimir Putin al impulsar leyes que castigan gravemente a quien haga propaganda independentista en Rusia. Una situación que sólo ha podido ser posible gracias, insistimos, a la objetiva complicidad del llamado nacionalismo moderado y al dejar hacer de los gobiernos nacionales que se han apoyado en estas sectas.

Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española