Algo anda mal en las cabezas de algunos cuando creen vivir en un Estado en el que sus partes cotizan más que el todo que las alimenta.
Ante una actitud de incomprensible indiferencia e inconformismo de una parte considerable del electorado español en estos meses previos a los comicios de marzo, comprobamos tristemente como en ciertas regiones, año tras año, la puja nacionalista eleva el tono amenazante de sus apuestas de cara a las elecciones generales (a la vez que en ellas crece la abstención). Ese ridículo y bochornoso quién-da-más en la carrera nacionalista es absolutamente suicida para los intereses de la Nación española. Dos botones: en Cataluña vemos como un PSC, pasado de vueltas, para recuperar lo perdido es ahora el que proclama con más fuerza “la soberanía del pueblo catalán”, aunque para ello tenga que manipular los vídeos promocionales de su propio partido de difusión nacional (no estará de más volver a recordar que este mismo PSC, en horas bajas en las encuestas, fue el excluido del acuerdo final entre el PSOE y CiU que engendró el Estatut).
En esta misma coyuntura también situamos las noticias que nos hablan de algunos de los puntos del próximo programa electoral que andan debatiendo en estos momentos los de Coalición Canaria: rebautizo oficial de las islas con los supuestos nombres aborígenes y el cambio de la bandera autonómica por la del nacionalismo independentista del antaño terrorista grupo MPAIAC (Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario, fundado en 1964 por Antonio Cubillo, quien tras graves fracasos políticos, últimamente ha encontrado acomodo en el diario más leído del archipiélago, “El Día”, en donde abogando por un futuro Estado nacional canario «con bandera y asiento en la ONU» pone su pluma al servicio de la propaganda a favor de la idea de una «República Federal Canaria”).
Algo anda mal en las cabezas de algunos cuando creen vivir en un Estado en el que sus partes cotizan más que el todo que las alimenta. Es verdaderamente llamativo y causa de un gran estupor internacional el que de cara a unas elecciones generales de la que van a resultar elegidos los representantes del único sujeto legítimo de la soberanía nacional, que es el pueblo español, las propuestas (o apuestas) más enérgicas y más en alza del mercado electoral -por parte de algunos partidos- sean aquellas que abogan por la creación de naciones sin fundamento histórico, naciones de bolsillo, naciones prêt-à-porter… Naciones neumónidas, en definitiva, pues la energía de la que se alimentan estos parásitos es la que brota de la propia Nación española.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA