Pero si esto es así, todavía nos sorprenderá más que todo el numerito venga patrocinado por las mencionadas juventudes del PNV. Esto es, por una organización, EGI, que hace ya cuatro décadas descubrió el «remedio» más adecuado ante semejantes dolencias españolas, logrando con ello sintetizar el principio activo de la «pócima bascona» mediante la siguiente fórmula: Euskadi Ta Askatasuna.


Andoni Ortuzar, el Obélix del PNV / BORJA AGUDO

Andoni Ortuzar, el Obélix del PNV / BORJA AGUDO

En un acto carnavalero celebrado el sábado a las puertas de «Sabin Etxea», casa natal en Bilbao de Sabino Arana Goiri, por las juventudes del Partido Nacionalista Vasco (EGI), el presidente del PNV en Vizcaya Antonio Ortúzar y su acólito Íñigo Iturrate, representante nacionalista en el parlamento autonómico, además de disfrazarse de Asterix y Obelix procedieron a la lectura de un «conjuro» en el que en «clave de humor» se sostenía que desde la toma de posesión de «Pacus el Pez» (por Francisco Javier –«Pachi»– López) en calidad de «Proconsul de Hispaniones en Baskonia» (sic), el «País Vascorum» habría venido siendo infectado por una supuesta «gripe H» o «fiebre Hispaniae», dolencia cuyo principal síntoma no sería otro que la «piel rojigualda».

Frente a semejante epidemia –a la que no resultaría demasiado descabellado de tipificar como «fiebre española»– estos ilustres representantes del Partido Nacionalista Vasco contarían, imaginamos que en la «recámara», con un poderoso antídoto. Y con esto del antídoto, los representantes de esta fuerza política secesionista no se estarían al parecer refiriendo tanto a las bombas y la metralla de la ETA, cuanto a la «pócima bascona» (sic) que, suponemos estarían dispuestos a comenzar a distribuir entre la población vasca en adecuadas dosis desde la más tierna infancia como así lo hicieron durante los treinta años de gobierno peneuvista en esta comunidad autónoma.

Ahora bien, la alocución de estos galos redivivios, muy lejos de terminar aquí, continúa añadiendo las siguientes perlas a su repertorio de «barbaridades» (y nos parece que la palabra se ajusta excelentemente a la escenografía pre-romana elegida por Ortúzar y sus mariachis): «Rogolfus Aresius Lucenses de Hispania» –por Rodolfo Ares, consejero de interior del gobierno vasco– sería un «virus peligroso que trae malformaciones y que convierte nuestras tradicionales txapelas en el tricornium». En cuanto a los representantes del Partido Popular, el pregón peneuvista no se detendría en barras a la hora de descalificarlos con fórmulas igualmente gruesas pues que estos representarían «una vieja bacteria que se había afincado en nuestro país hace más de un siglo: la fiebre negurítica». En todo caso, agrega la letanía, «en Vitoria-Gazteiz se ha instalado un virus expansivo que viene del sur, trae pereza y vagancia» y que produciría efectos como el siguiente: «las personas aquejadas tienden a repantigarse en el triclinum y en lugar de escuchar txistus, dulzainas o soinuak, utilizan una caja pequeña que te entra por las orejas llamada, al parecer, I-Pod».

Pues bien, frente a semejante colección de disparates pronunciados para más INRI en el frontis de la casa de Sabino Arana, lo primero que nos parece necesario hacer notar desde la Fundación DENAES es la nitidez tan sorprendente con la que el Partido Nacionalista Vasco estaría en efecto dando muestras de encontrarse atrapado en el delirio permanente que es propio del aranismo: creemos que ciertamente resulta muy difícil en este sentido imaginar una muestra más profusa de insultos convenientemente aderezados con un tonillo racista particularmente insidioso y puestos, además, al servicio de un irrefrenable odio a España a la que se comenzaría por concebir como una «enfermedad» de la que la «Arcadia feliz» debe recuperarse con toda urgencia.

Pero si esto es así, todavía nos sorprenderá más que todo el numerito venga patrocinado por la mencionadas juventudes del PNV. Esto es, por una organización, EGI, que hace ya cuatro décadas descubrió el «remedio» más adecuado ante semejantes dolencias españolas, logrando con ello sintetizar el principio activo de la «pócima bascona» mediante la siguiente fórmula: Euskadi Ta Askatasuna.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA