Esto en España viene siendo una laguna de dimensiones oceánicas desde hace largo tiempo.


Educacio_20ciutadania.jpgSeguramente es verdad que hace falta una educación para la ciudadanía. Es decir: hace falta que la escuela, en España, forme a niños y jóvenes en la conciencia ciudadana, en la certidumbre de ser parte de una comunidad, de poseer una identidad cultural y una historia, unos derechos y unos deberes. En la mayor parte de los países serios existe una educación con esos objetivos. No se suele dispensar como una asignatura específica, sino que forma parte del espíritu general de la enseñanza en las materias tradicionales, como la Historia o la Ética. Esto en España viene siendo una laguna de dimensiones oceánicas desde hace largo tiempo. Pero lo que el Gobierno nos propone ahora no enmendará el error, sino que lo ahondará, porque su objetivo no es formar a los niños para ser miembros de la Ciudad, sino implantar una doctrina de partido, altamente discutible, basada en una suerte de cosmopolitismo blando y en los antípodas de cualquier noción de servicio a la comunidad. De aquí no saldrán ciudadanos españoles, sino hedonistas ombligos desarraigados, adoctrinados en tópicos “progres”. Un nuevo retroceso en la conciencia de ser nación.