Hasta quienes están intentando que España deje de existir son miembros de la Nación española.

El fundamentalismo democrático es una doctrina según la cual la verdadera forma política de una sociedad es la democrática. Y uno de los requisitos de esta forma, sin la cual -se dice desde esta doctrina- no es posible la democracia, es la del pluralismo político; es decir, la existencia de una pluralidad de partidos ante los cuales el ciudadano tenga la posibilidad de elegir el gobierno mediante su voto en una elecciones libres. Pues bien, es un hecho que la democracia española cuenta, al menos, con tal requisito. Existe una pluralidad de partidos políticos que concurren a las elecciones generales solicitando el voto de los ciudadanos.
A veces se ha negado por parte de algunos periodistas u opinadores “teóricos” la existencia real de tal democracia española en virtud de que el voto ha de poder emitirse “en libertad”. Y es que, en efecto, también es un hecho que “en determinados territorios”, se dice, la “presión” de los terroristas es tal que se consideraría que el voto no se emite libremente. Pero es que podría incluso negarse la condición de democracia a España porque, no ya la libertad del votante, sino la de la misma Nación, como soberana, se pone en cuestión por esa “pluralidad de partidos”. España sería desde ese punto de vista una tiranía, la de los partidos que pretenden la secesión.
Pues bien, la Fundación para la Defensa de la Nación Española no defiende esta idea de democracia pura, no sostiene de ninguna manera tal fundamentalismo democrático. Tampoco divide el país en territorios diciendo que unos tienen “presión antidemocrática” y otros no. Y menos aún cree que los españoles estemos tiranizados por los secesionistas. Es evidente que los españoles que voten a partidos secesionistas o a partidos que pudieran pactar con ellos y su “entorno” lo hacen libremente y están, no evitando la democracia, sino perjudicando gravemente la pervivencia de su país, España, el único que existe.
Por ello, la Fundación para la Defensa de la Nación Española representa a la llamada sociedad civil; es decir, al conjunto de todos los ciudadanos españoles que, con independencia del partido al que voten, son españoles. Porque hasta quienes están intentando que España deje de existir son miembros de la Nación española. Acaso cometiendo el más grave delito político que se puede cometer, pero sin perder su condición de españoles. Nuestra Fundación, por tanto, exige también sus derechos, aunque no los quieran.
Y uno de los principales derechos de un ciudadano es el de poder ser juzgado.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA