Es abominable que se aísle a media España –la que representa el PP– para dejar entrar a las extensiones políticas y sociales de un grupo terrorista.


La mayoría de la Cámara, esto es, los socialistas y sus aliados secesionistas, ha votado contra la proposición del Partido Popular para ilegalizar al Partido Comunista de las Tierras Vascas, “segunda marca” de Batasuna. En el transcurso del debate, el partido del Gobierno dejó adivinar un mensaje sorprendente: quien está en el buen camino es el PCTV, y no el PP.

El Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que había logrado acogotar a ETA antes de que llegará Zapatero, se basaba en un principio evidente: aislar a ETA y a sus secuaces para que ganara la democracia. Pero la política de Zapatero se está basando en un esquema inverso: aislar a la democracia, es decir, a la representatividad del partido de la oposición, para que ganen al mismo tiempo ETA y el Gobierno.

El PP no siempre ha acertado en su actitud ante este proceso de desmantelamiento de la unidad nacional pilotado por Zapatero; pero, en este caso, es el PP, y no el PSE-PSOE, quien tiene razón: es abominable que se aísle a media España –la que representa el PP– para dejar entrar a las extensiones políticas y sociales de un grupo terrorista.