Es seguro que una gran mayoría de los españoles desearía ver a PSOE y PP unidos contra el terrorismo. Es menos seguro que esa misma mayoría sepa exactamente qué es lo que nos estamos jugando, dada la enorme intoxicación mediática al respecto. Pero, aún así, es también seguro que una gran mayoría de españoles no es partidaria de negociar con ETA y, al revés, lo que quiere es una derrota nítida y sin subterfugios de la banda terrorista

Nunca tanto como hoy han hecho falta mensajes claros. Hay dos opciones: o acorralar a ETA hasta vencerla, o dialogar con ella para que sean los propios terroristas quienes dejen de matar. Sabemos que los terroristas no dejarán de matar sin conseguir antes objetivos que rebajarían la dignidad nacional española hasta extremos intolerables. Por tanto, no cabe la estrategia de la negociación. Y en consecuencia, sólo cabe acorralar a ETA hasta vencerla. Este propósito debería liderarlo el Gobierno de España. No quiere. Esa es nuestra tragedia.

La manifestación convocada para el próximo día 3 de febrero quiere incidir en esta necesidad de mensajes claros. Su lema es transparente: “En defensa de la libertad, por la derrota de ETA y contra la estrategia de la negociación”. Estaremos allí.