Este nuevo Adán no tiene suficiente con gobernar España; es más, España es una nada -discutible y discutida-, una preocupación nimia, insignificante, frente a la misión que tiene encomendada…


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No parece sorprender a nadie que los lemas de propaganda electoral del PSOE, desde que Zapatero se postuló como candidato en el año 2000, estén basados en características distintivas personales de su líder. Rasgos, por otra parte, completamente irrelevantes desde una perspectiva política, como es el acrónimo de su segundo apellido, “Z” (combinado o solo), o los dos acentos gráficos circunflejos (en representación esquemática caricaturesca de las cejas del individuo en cuestión ^ ^), pero que hablan de la considerable soberbia propia del personaje que, alimentada por el vasallaje genuflexo de los que le rodean y corean, resulta directamente proporcional a la vacuidad del propio mensaje.“El poder no me va a cambiar”, decía en su momento, “soy así de natural”, le faltó decir ya envanecido nada más ganar el PSOE las elecciones del 2004, conjugando sus proyectos frecuentemente en primera persona (mi, me, conmigo), y no cambiando en efecto, ni en este ni en muchos otros sentidos, para desgracia de todos los españoles.

El ego zapateril llega tan lejos en su vanidad y soberbia que, sin ningún rubor, aupado por el “compromiso intelectual” de “graves” personalidades del “mundo de la cultura”, es capaz de plantear “alianzas de civilizaciones” (arrogándose en representante, se supone, de alguna de ellas) e incluso de plantear un nuevo “pacto con la Tierra” (algo así como un “Nuevo Testamento”) cual nuevo Mesías destinado a neutralizar las amenazas derivadas de la “verdad incómoda”. Este nuevo Adán, que busca incluso un nuevo nombre para nuestros amigos los animales liberados de su explotación por el Proyecto Gran Simio, no tiene suficiente con gobernar España; es más, España es una nada -discutible y discutida-, una preocupación nimia, insignificante, frente a la misión que tiene encomendada: España se disuelve en tanto que parte ridícula, incluso odiosa (“las fronteras están producidas por el odio entre los hombres”, dijo Z al recibir en su momento el Premio Leonés del Año) ante los grandes objetivos que tiene encomendados este nuevo Prometeo, filántropo, amigo de todos los hombres: los intereses de España son mezquinos, estrechos; Z gobierna para la Humanidad…., incluso para la Animalidad entera…

Desde la Fundación para la Defensa de la Nación española solo deseamos que el pueblo español, el 9 de marzo, nos libere (se libere) del caudillismo pánfilo de este, en efecto, nuevo Prometeo, de este monstruo político iluminado por el Dr. PSOE-Frankenstein.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA