Carod, no es sino un traidor más a la Nación Española, un traidor patrocinado, en cualquier caso, por la propia nación contra la que él trabaja abriendo las citadas «embajadas» cuyo propósito no es sino suplantar a las españolas.


imgcarod_20rovira2.jpgEl líder sedicioso catalán, José Luis Pérez Carod, vulgo Carod-Rovira, sufrió el pasado lunes un verdadero baño de realidad cuando se disponía a acceder a la Cumbre del Clima que, con resultados turbulentos, se celebra en la ciudad de Copenhague.

En efecto, este apóstol del secesionismo catalán que tan pronto promueve las lenguas de los jíbaros ecuatorianos, como inaugura lujosas «embajadas catalanas» en el extranjero, no tuvo otra ocurrencia que tratara de acceder a dicha Cumbre esgrimiendo una acreditación de la Red de Gobiernos Regionales de Desarrollo Sostenible (sic), de la que Cataluña forma parte de su comité ejecutivo, motivo por el cual este hispanófobo irredento no pudo franquear las puertas del recinto.

El grotesco episodio protagonizado por el hijo de un guardia civil y una vendedora de productos de Tabacalera Española, es decir, una estanquera, no es sino uno más en la ya larga carrera de despropósitos del citado sedicioso.

Sin embargo, por muy bufo que sea el comportamiento del citado individuo, éste proceder muestra muy a las claras la nitidez de la amenaza que para España suponen dichas maniobras, pues lo que subyace bajo el genérico nombre de «papeles», no son sino documentos, instituciones objetuales pertenecientes a la capa cortical de la sociedad política española que este sujeto trata de menoscabar o burlar acogiéndose a tan pintorescos subterfugios.

Carod, no es sino un traidor más a la Nación Española, un traidor patrocinado, en cualquier caso, por la propia nación contra la que él trabaja abriendo las citadas «embajadas» cuyo propósito no es sino suplantar a las españolas.

Desde DENAES, no podemos sino señalar el verdadero sentido de tales actos, que siguen rigurosamente una estrategia de la que participan las llamadas «consultas populares» o la «inmersión lingüística». Se trata, como el lector muy bien sabe, de la destrucción, por desmembramiento, de la propia Nación Española, objetivo para el cual estos grupos consentidos y patrocinados por la propia España, trabajan sin descanso.

Por todo ello, una vez más, desde nuestra Fundación, y en coherencia con todos nuestros trabajos, entre los que hemos de destacar En defensa de España, así como la Enciclopedia de la Nación, instamos a los dirigentes políticos que aún mantengan un mínimo de patriotismo, a la ilegalización de todos aquellos partidos políticos cuyo objetivo sea la destrucción de la Nación. A esta sugerencia, añadiríamos otra: el sometimiento a crítica, y aún a trituración, de la actual Constitución cuyos nefastos frutos están a la vista.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA