Desde la Fundación DENAES, como ya hicimos hace una semana, no podemos sino adherirnos a estas movilizaciones, pues como es bien sabido, la tiránica decisión de Antich y sus aliados antiespañoles no tiene otro objeto que el ataque a la nación por la manida senda de la imposición lingüística. En este sentido hemos de felicitar a Rosa Estarás y al PP balear, cuya adhesión a esta noble causa, corrige lejanos errores del pasado.
Por todos es conocido el llamado «efecto de las batas blancas», según el cual los médicos que visten esta prenda, por motivos psicológicos que operan en los pacientes, resultan más eficaces que los que prescinden de esta inmaculada vestimenta.
Nos referimos a este célebre efecto, porque ayer las calles de Baleares se poblaron de batas blancas cuyos portadores se manifestaban ante la nueva ley que el llamado hexapartito ha aprobado, y según la cual se impone el catalán al sector sanitario, en una política mimética con respecto a otros gobiernillos provincianos que, no menos sediciosos que esta amalgama de siglas, abrieron hace tiempo la vía oral de la destrucción nacional.
Según el sindicato del sector sanitario SETSA, la protesta ha sido secundada por alrededor de 4000 asistentes, mientras en algunos hospitales ya se han recibido diversas renuncias de médicos cuyo efecto puede ser el colapso de dichas instituciones, con las graves consecuencias que de ello se derivaría tanto en las carnes de los pacientes patriotas como en la de los sediciosos. El caso más grave es el que afecta al ibicenco Hospital de Can Misses, donde el número de facultativos que no quieren pasar por el aro lemosín, asciende a cuarenta.
Desde la Fundación DENAES, como ya hicimos hace una semana, no podemos sino adherirnos a estas movilizaciones, pues como es bien sabido, la tiránica decisión de Antich y sus aliados antiespañoles no tiene otro objeto que el ataque a la nación por la manida senda de la imposición lingüística. En este sentido hemos de felicitar a Rosa Estarás y al PP balear, cuya adhesión a esta noble causa, corrige lejanos errores del pasado.
Para finalizar, desde nuestra Fundación hemos de añadir que el ejemplo de estos sanitarios que se resisten a acatar semejante atropello, debería seguirse en todo el país, siendo así que el insular «efecto de las batas blancas» debería continuarse en otras tierras españolas igualmente afectadas de esta infecciosa patología. Por referirnos a un caso concreto y gremial, sugerimos que los españoles dedicados a la enseñanza, hagan uso de algo así como un «efecto tiza», para colaborar en la extirpación de ese mal nefando llamado nacionalismo cuyos primeros síntomas se acusan en los pupitres gestionados casi siempre por deslenguados enemigos de España.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA