A la contradicción y ambigüedad con las que Zapatero se expresaba en la entrevista de El Mundo, debemos contraponer la coherencia y claridad con las que al día siguiente Artur Mas le daba la réplica en el mismo periódico.

Una entrevista es un género periodístico en el que el entrevistador suele guardarse la opinión que las respuestas del entrevistado le merecen. Desde este punto de vista, más que un género crítico, podríamos decir que es descriptivo. De hecho, esta sería su virtud si el periodista es un “profesional”. Es más, en ocasiones se ha advertido que en asuntos políticos de gravedad como el que tiene que ver con la defensa de España, el periodismo adopta en exceso los presupuestos del “enemigo”, compartiendo, por ejemplo, un vocabulario inadecuado (“kale borroka”, «Euskadi», etc.). En este sentido, hay que felicitar al director de El Mundo por su buen hacer como periodista que mantiene los principios de la defensa nacional; no sólo porque no cometió el error de plegarse sin más a las respuestas de su entrevistado, sino por revelar e incluso denunciar la inconsistencia de su Pensamiento Alicia.
Pero lo cierto es que en alguna especie de “código” común han de entenderse entrevistador y entrevistado. Y si este es el caso de un político secesionista, puede ser muy difícil colaborar al “revelado” de su pensamiento —que acaso sea imprescindible airear para combatirlo— sin que las preguntas compartan, al menos como estrategia, la ideología antiespañola de las respuestas. Es lo que nos hace pensar que a Artur Mas, líder del partido secesionista Convergencia Democrática de Cataluña, se le pueda preguntar al día siguiente, en el mismo periódico aunque por otra periodista, en términos tan groseros y complacientes con su ideario —“¿van a tener ustedes la sartén por el mango?” o “¿usted se siente español?”— que la lectura de su entrevista nos resulte poco menos que un conjunto de amenazas a la integridad de España y un insulto para los españoles.
Y no obstante todo ello, si esta entrevista resulta interesante, reveladora, es porque Mas contesta enfadado a Zapatero: “—Una de dos: o Cataluña es un invento o es una nación. Si reconocemos que es una nación, como el Estatuto aprobado por Zapatero lo dice claramente en el preámbulo, hay que ser consecuentes.»
Claro que hay que ser consecuentes. Con que Cataluña, como nación, es un invento, Sr. Mas.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA