La reaparición pública de Arnaldo Otegi tras ser excarcelado, en el ya más que conocido Velódromo de Anoeta, y pidiendo a la nueva política que abandere el desafío separatista en el País Vasco, constituye una clara amenaza contra la Nación Española
La pasada semana tuvo lugar la excarcelación del sin par terrorista de ETA y dirigente batasuno Arnaldo Otegi, que llevaba preso desde el año 2009, tras probarse que había intentado recomponer la estructura de la banda criminal usando de medios legales. Por el camino, en 2013, había sido elegido secretario general de una de las marcas blancas de ETA, Sortu, cargo que ostenta en la actualidad.
Su liberación constituyó una verdadera explosion de alegría para tantos filoetarras de la política española, verdaderos enemigos de la Nación Española que expresaron una inenarrable felicidad al conocer la excarcelación. El ya más que conocido Pablo Iglesias Turrión, haciendo gala de su corrompida visión del mundo, celebró la libertad de Otegi como un importante gesto para la paz, literalmente como «una buena noticia para los demócratas», pues «nadie debería ir a la cárcel por sus ideas». La dirigente de la CUP, Ana Gabriel, verdadero ejemplo de la batasunización de la política española en Cataluña, reprendió vulgarmente a un parlamentario del Partido Popular, a quien insultó afirmando que «no le llegas a Otegi ni a la suela de los zapatos». Las comparaciones son siempre odiosas…
En el Velódromo de Anoeta, verdadero santuario para los dirigentes de la banda terrorista separatista, donde siempre han escenificado sus habituales aquelarres antiespañoles, fue donde Otegi logró no su bautismo de fuego (eso ya había pasado a la historia cuando en 1979 secuestró no sólo al director de la empresa Michelín en Vitoria, Luis Abaitua, sino incluso a uno de los «padres» de nuestra Constitución, Gabriel Cisneros), pero sí darse a conocer en el mundo etarra a gran escala, mediante la exhibición de su fuerza y su capacidad de convocatoria. En esta ocasión, como en otras, cientos de personas arroparon al líder etarra en el recinto, donde acudieron caracterizados batasunos como Fernando Barrena, Asier Arraiz, José Permach y Rufo Echeberria.
Desde su primera presencia en el acto como portavoz de Batasuna, en 1995, pasando por el año 2004, cuando ya era el líder de esta secta separatista criminal, no pocas han sido las veces en que Otegi ha exaltado a la ETA, sabiendo también adaptar su discurso a las circunstancias del momento. Cuando el famoso Plan Ibarreche aún estaba vigente, el dirigente batasuno pidió expresamente, lanzando la ya famosa «declaración de Anoeta», secundar los argumentos del lehendakari Ibarreche, con la exigencia exigiendo un referéndum en el País Vasco, limitando su acción a las «vías políticas y democráticas». A partir de entonces, Otegi fue el interlocutor con el Gobierno del nefasto Rodríguez Zapatero, durante su oscura y clandestina negociación con ETA.
Ahora, en el año 2016, Otegi invoca directamente a Podemos, al paradigma de la «nueva política», que provocó que muchos presos etarras pidieran que el voto destinado a Bildu en las elecciones generales pasase a la formación morada. A los podemitas, citándolos como «la nueva izquierda española» les pide que se sumen a estos «procesos constituyentes en las naciones del Estado». Si ya hay un frente contra la Nación Española en Cataluña, Otegi afirma que se abrirá otro en el País Vasco. Pero poco aguerridos demuestran ser ambos «frentistas», puesto que en Cataluña se pide de forma cada vez más insistente, como se ha hecho en tiempos en el País Vasco, que el Ejército Español desaparezca de sendas autonomías; sin embargo, si se produce algún tipo de desastre como lo fue en el año 2003 el hundimiento del Prestige, que afectó también al litoral vasco, ya veremos cómo estos dos frentes de cobardes piden su presencia a gritos…
Otegi, convencido de que Francia o España jamás reconocerán el «derecho a decidir» a ninguna de las fantaseadas naciones oprimidas por el «Estado Español», opta por construir de forma unilateral (sin ejército, suponemos) un Estado propio. Para ello, invoca de nuevo a la formación de Pablo Iglesias Turrión, pidiendo que se sume a estos proyectos constituyentes «in nuce». No dudamos que ni Podemos ni la batasuna catalana, las CUP, cuyos dirigentes copian al milímetro la siniestra y desarrapada estética etarra, se sumarán alegremente a la causa, cuando menos para hacer bulto. Y es que, según recalcó Otegi, la independencia del pueblo vasco es el único camino.
Extrañamente, Otegi no hizo ninguna referencia explícita a la paz que, según distintos dirigentes políticos de nuestra Nación, habría «estallado» en el País Vasco, igual que en la famosa novela de José María Gironella. Recordemos cómo el 20 de Octubre de 2011 la ETA, tras leer su famoso comunicado de «alto el fuego indefinido», provocó en tan singulares políticos un éxtasis considerable, puesto que para ellos significaba que ETA dejaba las armas y se integraba en la democracia española, suponiendo por fin la llegada de la paz tan deseada.
Pero semejantes politicastros eran víctimas del Pensamiento Alicia del nefasto Presidente Zapatero, para quien Otegi y otros célebres terroristas antiespañoles eran «hombres de paz» y, rayando en la alta traición, procedió a negociar con ellos de cara al tan cínicamente anunciado «proceso de paz». El famoso comunicado de la ETA, pese a tantos pánfilos víctimas de la ideología del momento, constituyó un verdadero autohomenaje a una forma de vida criminal sostenida durante cincuenta años, que tantos réditos les había otorgado. Presumiendo de haber logrado sus objetivos, ETA declinaba seguir usando las armas «por el momento», pues consideraba que era el momento de «la paz y el diálogo».
Sin embargo, jamás ETA entregó su armamento (las pantomimas realizadas con estúpidos «observadores internacionales» son eso, pantomimas), pues sabía que teniéndolas en su poder podría seguir chantajeando a los sucesivos gobiernos de España con el retorno de la lucha armada si no se cumplen sus condiciones. Había estallado la paz, la Paz de la Victoria de ETA, poseedora de buena parte del País Vasco en forma de ayuntamientos y diputaciones mediante la marca Bildu. Ahora Otegi comienza a anunciar un nuevo cambio de estrategia…
Desde la Fundación Denaes alertamos de las amenazantes palabras de Arnaldo Otegi, que no ha esperado lo más mínimo para salir de prisión y comenzar con su habitual discurso de odio a España. Parece que en ETA han comprendido que las estructuras de la Nación Española vuelven de nuevo a tambalearse, especialmente con el nuevo e incierto escenario político, y para ellos ha llegado el momento de abandonar «la paz» para volver a atacar de forma explícita a España.
Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.