A pesar de que algunos afrancesados todavía hoy creen que es la primera Constitución española, este honor sólo le cabe a la de Cádiz, la que promulga la libertad que los españoles ya habían ganado a lo largo de la guerra

Un día como hoy, 30 de julio, hace doscientos años, José Bonaparte abandonaba precipitadamente Madrid ante la noticia de la victoria de las tropas españolas sobre las francesas en la batalla de Bailén. Y ya que la semana pasada dedicamos nuestro editorial a la denuncia del escaso eco mediático de la celebración de tan importante fecha, queremos hoy traer a colación sus consecuencias históricas. Precisamente en estos días en los que el Tribunal Constitucional español tiene tantos asuntos pendientes que resolver en lo que atañe a la Nación, nos fijaremos en algo que no suele considerarse de este acontecimiento, y es que la Batalla de Bailén disolvió por la fuerza de los hechos la legalidad del llamado Estatuto de Bayona.
A pesar de que algunos afrancesados todavía hoy creen que es la primera Constitución española, este honor sólo le cabe a la de Cádiz, la que promulga la libertad que los españoles ya habían ganado a lo largo de la guerra. Pues con el ejercicio real de la soberanía nacional, pero en el campo de batalla, desde que la Junta Suprema de Asturias declarara la Guerra a Napoleón hasta esta primera gran batalla ganada, la que fuera una simple Carta otorgada impuesta por Napoleón se convirtió en papel mojado. En ella, por cierto, ni siquiera se reconocía dicho principio de la soberanía nacional.
Por este documento José Bonaparte fue Rey de España desde julio de 1808 hasta junio de 1813, pero, insistimos, sólo de facto, pues llegó al que sería nominalmente su reino en medio de una contienda librada por el pueblo contra su mismo poder. Consciente de ello no pudo por menos que escribir a Napoleón:
“Tengo por enemiga a una nación de doce millones de habitantes, bravos y exasperados hasta el extremo… Todo lo que se hizo aquí el 2 de mayo, es odioso….; No se ha tenido ninguna consideración para este pueblo…. No, señor: Estáis en un error, vuestra gloria se hundirá en España…».
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA